Cárteles políticos // By @CarlosArrietaLl
Lo bueno
Afortunadamente para los michoacanos ya se terminó la efervescencia partidista, no política, y con ello, el desaseo cupular que día a día era insidioso para la vida cotidiana del ciudadano de a pie. Incluso aterrador y hasta nefasto en muchas de las ocasiones.
Ya no habrá más derroche de recursos del erario público a campañas, ni hostiles escenarios sociales. Eso espero.
Lo malo
Desafortunadamente, las cosas no han terminado ahí, en los resultados de una elección, pues no hay que olvidar que las amenazas latentes, han pasado de descalificaciones personales durante las campañas, a una judicialización de la decisión del electorado, tras el anuncio del eterno perdedor, Ascensión Orihuela.
No le bastó al zitácuarense enrarecer el clima político, ni desestabilizar al estado con su necedad de ser candidato del PRI a la gubernatura de Michoacán, sino que ahora, al igual que en su momento lo hiciera Alfredo Castillo como comisionado federal, pretende continuar con los escándalos mediáticos.
El capricho de mantener el poder por el poder y la necesidad vital de hacer uso del tráfico de influencias, ha sido un distintivo de quién quiso ser mandatario michoacano y que sabía iba a ser un candidato castigado por el electorado, pues así se percibía.
Orihuela no contaba tampoco con el voto de confianza del actual máximo priísta, el presidente Enrique Peña Nieto, pero tampoco, de la dirigencia nacional del Tricolor, que una y otra vez le demostró su desprecio, tal vez porque Chon es odiado por el hijo putativo de César Camacho, Alfredo Castillo Cervantes.
Esto también les trajo consecuencias a otros candidatos que se pegaron al legislador con licencia como rémoras endebles que dependían de la fortaleza que nunca tuvo el Pez Diablo para conseguir su objetivo. Fausto Vallejo era la clave y le mordieron la mano.
Lo feo
Una fuente muy confiable del Gabinete federal con la que tuve la oportunidad de platicar hace una semana, me reveló, que una vez que Chon Orihuela perdiera la elección, estaba a punto de ser exiliado del escenario político de Michoacán y apaciguado con un cargo de medio pelo en la administración federal.
Pero también me comentó, que Orihuela podría regresar al Senado, para protegerse con el fuero de las acusaciones e investigaciones en su contra. ¿Descabellado?, sí, ¿incorrecto?, también.
Total, que lo único que quedó claro nuevamente, es que los cárteles de la política siguen definiendo los peores rumbos para la sociedad, empecinados en vivir de la ubre pública, a costas de lo que sea.
Lo ideal
Confío y así lo espero, que el triunfo de Silvano Aureoles no haya sido resultado de una elección disputada entre cárteles del crimen organizado como había sucedido en las últimas tres elecciones estatales, pues dentro de lo peor, el mejor de los escenarios es que su avasallador éxito haya sido producto de acuerdos políticos y cupulares al más alto nivel de poder, porque eso indica que no regresará a su máximo potencial el asedio delincuencial.
Colofón
Los pobres resultados para Luisa María Calderón Hinojosa, demostraron que ya no tiene un hermano en la Presidencia de la República, y que sin el aval financiero y policial al servicio de intereses y proyectos personales, ganar una elección es casi imposible. Cocoa: ¡Gracias por participar y suerte para la próxima!
¿Esta jornada dejó un gran aprendizaje para la clase política o tal vez para la ciudadanía?… aún no lo sé; el tiempo lo dirá. Así, que recordaré las palabras de mi abuela ante este escenario actual: Ay jarrito nuevo ¿dónde te pondré?…
Finalmente usted tiene la última palabra y la mejor de las opiniones. ¡Nos saludamos la próxima semana!…