Sexo. Ése del más rico
Por Luis Bracamontes
¡Gentuza de mente cochambrosa! Vieron “sexo” y pensaron “¿Dónde? ¡Yo quiero!”. Pues no, esta columna no va a hablar de bellas mamazonas con pechos de Katy Perry (o Pamela Anderson, pues) y cinturas de Dita Von Teese, ni Adonis, mirreyes o papacitos sensuales que están dispuestos a tocarte, besarte, dejar que sientas sus cuerpos firmes y así bien rico… ¡Ay, ya me está dando! Mejor hay que cambiar de tema.
¿Qué les parece si mejor hablamos de ese sexo del que sí se puede hablar? Ése que no debería ser tabú, el que no es perverso ni sucio ni malintencionado, que no es “pecado” ni culposo. Aquél que es bello, que es honesto, que es necesario, que es inherente a la condición humana; ése tan venerado y deseado por poetas y dramaturgos… Que es rico y sobre todo, que significa algo.
El sexo pasó de ser sólo un simple acto de reproducción entre bestias para ser algo más significativo; algo que se convertiría en un motor para el humano, algo que trascendería el plano físico. Se ha ramificado para pasar a ser un medio, un vínculo entre personas para fundirse y explorar más allá de lo que las apariencias permiten. Incluso una de esas variaciones tomó el nombre particular y muy suyo de “hacer el amor” que es muy diferente al sexo casual (que también a veces es muy disfrutable).
Entre tanto vaivén de represión y liberación sexual, el tema se ha ido a los extremos. Ya sea algo inmencionable y “malo” en las familias más conservadoras o por la satanización del coito por las religiones. El punto no es que si es Fap-fap, desconocidos, esposos, dos hombres, dos nenas, gang bang, con látex, con tu perro, con Milfs (o Filfs), con niños (wait, what? ¡No! ¡Ahí sí importa! Es delito y es inhumano)…en fin. Variedades hay como fonemas en el chino.
No importa si se es homosexual o heterosexual, importa que sea con amor, que sea significativo, porque no porque sea sexo gay o fuera del matrimonio se vuelve “antinatural” o ¿acaso el amor es antinatural? Claro que esto es sólo una serie de pensamientos sueltos que buscan dejar en qué pensar, ya sea para ponerlos calientes o meditabundos, no es material para hacer una tesis de doctorado. ¿Y a ustedes qué les va mejor? ¿Sexo sin compromiso o hacer el amor?
¡Vaya! Se está haciendo tarde, así que me despido.
¡Chido la banda, bombones!
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