STAFF/@soychangoonga
El presidente de la República tiene un nuevo mejor amigo (dirán los gringos, un Best Friend Forever -BBF-) y en estos días lo ha presumido ante todo el país, no importando que en apariencia ambos sean muy distintos y alimenten el “¿qué dirán?” morboso de la sociedad.
Y es que con el pretexto de su nombramiento como presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, el perredista Silvano Aureoles ha estado muy, pero muy de cerca al mandatario nacional en los últimos días derivado de las diversas ceremonias y festejos patrios en los que ambos por protocolo deben intervenir.
Precisamente el protocolo ha sido dejado del lado de parte de Peña Nieto quien incluso en la ceremonia de El Grito de Independencia en Palacio Nacional, el presidente tuvo un gesto de visible cercanía con Aureoles Conejo, desatando el cordón que los separaba para poder abrazarse sin obstáculos en el recorrido presidencial al balcón principal.
Pero desde la conmemoración del 13 de septiembre en honor a los Niños Héroes, el diputado federal oriundo de Zitácuaro se ha dejado ver muy pegado a Peña Nieto. Incluso su equipo de prensa y él mismo en las redes sociales han resaltado tal relación en términos muy cordiales.
Sin duda que tales muestras de simpatía entre ambos personajes aumentan los rumores que señalan que el presidente Peña Nieto no ve con malos ojos una eventual candidatura del perredista por la gobernatura de Michoacán, versión que se maneja desde que, al frente de la bancada del PRD, Silvano Aureoles jugó un papel protagónico en las reformas impulsadas por el Ejecutivo Federal.
Que cada quien saque sus conclusiones: