Un mundo de opiniones ante un video que aún no existe
Por Jacinto Cenobio
Si ese video de 13 segundos que se ha presentado insistentemente en las redes sociales es la mejor prueba de una reunión entre la Tuta y el hijo del gobernador, Fausto Vallejo, pues que decepción, ya que nada dice, solo se aprecia en él una vereda, una camioneta Toyota Tacoma color guinda y algunas voces que transmiten por radio diálogos inentendibles.
Y aún si existiera otro video más nítido, tendríamos que verlo con pies de plomo antes de emitir un juicio, de lo contrario estaríamos cayendo en un pre-juicio. No es posible lanzar acusaciones así nomás porque sí; no es posible tampoco emitir criterios con imágenes obtenidas de manera ilegal por un criminal.
Pretender acusar, enjuiciar y además achicharrar en la hoguera por culpa de un video que aún no llega (y que tal vez ni exista), sería el equivalente a validar una declaración obtenida por medio de la tortura. Para muchos es muy fácil decir “no tratar con criminales”, y yo pregunto: ¿y si un día recibes una llamada en la cual te piden que te reúnas con un matón? Seguramente irías, porque la otra opción es negarse y esperar a ser asesinado.
Bien, hablemos del video… si existiera. Al exhibirse el video se viola el derecho humano a la presunción de inocencia y el debido proceso, además de que se le resta valor probatorio ante una autoridad jurisdiccional por ser un elemento obtenido violentando los derechos humanos.
Ahora, ¿y si no existiera? Solo eso faltaría, que mientras todos nos desgarramos las vestiduras el susodicho video nunca aparezca, pero eso sí, en el trayecto del desmentido, personajes de la talla de Jesús Zambrano no tienen empacho en pedir la renuncia del gobernador, pero nunca se les ocurrió hacerlo cuando Godoy era el mandatario y se exhibía en sus narices un audio más que elocuente, en el que su hermano, Julio César Godoy Toscano (actualmente prófugo) apalabraba negocios políticos con la Tuta.
No se necesitó video alguno para demostrar que el exdiputado federal frecuentaba (o frecuenta) a la Tuta. Nadie podía asegurar que Godoy Toscano acudía con el criminal bajo amenaza pues incluso era evidente que el hermano menor del exgobernador era su protegido. Por lo pronto, el “Teacher” (que ni sabe inglés), Joaquín López Dóriga y su pupilo, Carlos Loret de Mola ya cantaron que sí hay video, ora nomás tendrán que exhibirlo.
15 minutos de fama
Ese Daniel Moncada es un loquillo. Acudió muy protagónico a la Secretaría de Turismo para llevar un documento al titular de esa dependencia en el que le pide cuentas de la campaña de promoción El Rumbo es Michoacán. No es la primera vez que el jovencito, dirigente de un partido equis irrumpe en algún lugar haciéndose acompañar de la prensa para dar cabida así a su afán protagónico. Ya lo había hecho antes en el Zoológico de Morelia, donde usó el mismo modus operandi luego del escape de la osa en el mes de enero. En este caso, a Roberto Monroy no solo le pidió transparentar las cuentas, sino que también le mostró su inconformidad por haber incluido al actor Luis Gerardo Méndez en ella. Y es que para el morro de Movimiento Ciudadano, en Michoacán hay más actores, con más talento, más guapos, sensuales y exquisitos que Luis Gerardo (él, por ejemplo). Por lo pronto ya desquitó sus 15 minutos de fama.
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