Y Usted… ¿Sabe En Qué Fiestas Anda Su Hij@? // By @michangoonga
Por STAFF @ michangoonga
Señor, señora, padre, madre de un hijo, una hija adolescente: ¿Ha oído usted de las pool partys? ¿Conoce los términos “ nos pusimos bien pendejos/ andábamos muy estúpidos /embudazos”? ¿Sabe en qué tipo de fiestas anda su retoño?
El 18 de junio del año pasado a los padres de familia en León, Guanajuato les quedaron más claros algunos de estos conceptos luego de que nueve jóvenes resultaron intoxicados y uno de ellos cayó en coma luego de que durante una “fiesta en la piscina” (traducción de pool party) vertieron una alta cantidad de nitrógeno en la alberca para generar la sensación de “neblina” y vapor lo que generó una reacción inmediata en quienes se metieron brevemente al agua.
Lamentablemente en Morelia la mala organización de una de estas pool partys ha cobrado ya la alta factura de una muerte, la de un menor de 16 años de edad, cuyo deceso ha dejado al descubierto una serie situaciones por lo menos alarmantes respecto a la forma en que se están divirtiendo ¿pervirtiendo? a los menores de edad y la forma en que están lucrando con ellos a cambio de introducirlos a una vida nocturno que incluye sexo, drogas y alcohol.
En años recientes se han escuchado historias, casos, situaciones que ocurren en las fiestas privadas que se realizan en Morelia, ya sea “raves”, ya sea “afters”, ya sea “pool partys” y que van desde la venta de drogas, el consumo inmoderado de alcohol, y a la nula o escasa seguridad en torno a muchas de ellas, que no en todas, pero muy probablemente en su gran mayoría.
No obstante, la muerte de “Galan”, como era llamado por sus amigos (así, sin acento) el chavito que falleció apenas horas después de haber cumplido 16 años, durante la madrugada de este domingo, ha revelado muchas ¿porquerías? detrás de este tipo de “negocios” en los que les ofrecen a los adolescentes alcohol y les fomentan el tener sexo como parte de una cultura “teen” importada de Estados Unidos al estilo de la película “Proyecto X” en la que se muestra que en una sola noche, un adolescente puede vivir las horas más desenfrenadas de toda su vida bajo los influjos de drogas y alcohol, acompañado claro, de sexo. Como vivir un curso intensivo de estrella del rock, pero en versión de música electrónica, que “es lo de hoy”.
Una de esas experiencias es la que los organizadores pretendían llevar al cabo, al menos eso les ofrecían a los asistentes, a la “Sexy Paradise”, una pool party a celebrarse este sábado – domingo en una Quinta ubicada al sur de Morelia, en la cual se cobró la entrada a 90 pesos el día del evento, 50 en preventa y 100 pesos los VIP, cantidad por la cual a cambio ofrecían, gratis: condones, pastillas anticonceptivas del “día siguiente”, show de strippers, shots, lluvía de alcohol, embudazos, pistolas de agua llenas de tequila, rifa de botellas a las chicas más sexys, venta de cerveza a 20 pesos, descorche a 50, pirotecnia, bombas de humo, 18 DJs…¡todo lo necesario para un bacanal adolescente!
No tenemos la certeza pero creemos, por sentido común, que ningún padre de familia, incluyendo los de “Galan”, dejarían a su hij@ asistir a un evento así, incluso a lo mejor ni siendo mayor de edad.
Pero las pool partys no serían un negocio como lo vienen siendo en Morelia y en otras partes del país en estos últimos años si no hubiera gente que acude a ellas, y en este caso de la capital michoacana, adolescentes. El 80 por ciento de los asistentes a “Sexy Paradise” eran menores de edad según se ha podido constatar en fotos y testimonios de gente presente en el evento. A final de cuentas los chavos saben como «engañar» a los padres para sacarles el permiso, en el mejor de los casos cuando este es requisito porque hoy en día hay morrillos más ingobernables que el propio Michoacán…
“Galan” murió en medio de una fiesta. De repente cayó o se metió a la piscina , o tal vez lo aventaron, y al parecer de entre al menos 100 personas, nadie se dio cuenta sino hasta que fue demasiado tarde. Lo sacaron de la piscina, sus amigos lo intentaron reanimar pero ya no había nada que hacer.
Las autoridades locales, como suele ser su costumbre,seguramente guarden silencio o secrecía en torno al caso en el cual, la Procuraduría de Justicia debería intervenir, no sólo por noción elemental de justicia para resolver la causa de muerte de “Galan”, sino porque además está probado que había corrupción de menores en el lugar mediante la venta de alcohol, y probablemente de sustancias ilegales, ya que hay versiones que señalan que si nadie se dio cuenta del ingreso al agua del chavito, fue porque “todos estábamos bien pendejos” -osease drogados- dijo una de las amigas que acompañaba al fallecido y que jura no recordar en qué momento dejó de verlo.
También el municipio tiene algo qué decir pues el evento se difundió públicamente incluso a través de sitios web y redes sociales donde anunciaban el cobro y la venta de alcohol, algo que no se puede realizar sin consentimiento del Ayuntamiento. Y hasta la Universidad Michoacana debe aclarar o deslindarse sí era patrocinador del evento, como los propios organizadores lo difundieron.
Pero creer en Santa Claus y pedirle a las autoridades de este estado, de esta ciudad, que resuelvan y hagan algo -eficaz- por proteger a la ciudadanía es prácticamente lo mismo.
Por ello, ante unas instituciones y autoridades de chocolate, nos compete a nosotros cuidarnos, y cuidar de los nuestros (no por nada estamos en el estado cuna de las “Autodefensas”), por eso le preguntamos señor, señora padre-madre de familia ¿Sabe en qué fiestas andan sus hijos?
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