Yo No Olvido Al Año Viejo, Porque Nos Ha Dejado Una Buena Putiza/By @ellycastillo
Por Elly Castillo
Cada año escuchamos a Tony Camargo cantando que él no olvida al año viejo “porque me ha dejado cosas muy buenas” que se traduce en una burra negra, una yegua blanca y una buena suegra.
Pues bien, muchos michoacanos igualmente les será difícil olvidar el año viejo que ha llegado a su fin, lamentablemente, no lo harán por razones que ameriten hacer una cumbia festiva como la del buen Tony, sino por el contrario, por ser un año negro, un año maldito con «M» de que madriza le metiste a Michoacán, 2013.
Yo en lo personal, no olvido al año viejo porque es un año que quedará en el registro de la historia de Michoacán por ser tal vez, el peor de los 13 años en lo que va del actual siglo. No por nada, 13 tenía que ser.
Y yo no olvido, y ningún michoacano debería olvidar a este año, viejo, ya casi muerto, en sus últimas horas de vida, porque me ha traído, nos ha traído, cosas muy malas: surgimiento de autodefensas ante incapacidad gubernamental de garantizar la más elemental seguridad para los ciudadanos; acusaciones escandalosas de funcionarios y políticos incriminados con el narco; dos gobernadores en funciones; terribles inundaciones; desdén presidencial; inseguridad voraz; extorsión a todo lo que da; secuestros como nunca; asesinatos de mandos de seguridad, alcaldes, diputados,policías, empresarios, de gente inocente en vulgares asaltos, de jóvenes desaparecidos sin más; autoridades locales y federales incompetentes; bloqueos carreteros; marchas y manifestaciones sin fin; suspensiones temporales de corridas de autobuses; retiro de empresas y cero inversiones; censura oficialista en la información; todo eso y más me -nos- ha dejado este terrible 2013.
En 1997, hace ya 16 años, -diéciseis- el economista Erick Guerrero Rosas vino de visita a Morelia a dictar una conferencia sobre la situación social y el futuro del estado y el país en general, la cual ejemplificó así:
“En estos momentos, el país, el estado, se encuentran metidos un túnel largo y profundamente oscuro en el cual sin embargo, muy pero muy al fondo ya se ve una luz.
Pues bien, los optimistas esperanzados dicen que esa luz, es la salida del túnel. Y los pesimistas con su actitud negativa más bien creen que esa luz es señal de que ya viene el tren…”
Pasados todos estos años, puedo confirmar que los pesimistas tenían razón: era el tren el que se venía, no la luz de la salida.
Desde 2006 se empezaron a escuchar los primeros pitidos de este hipotético tren que se está llevando a todo Michoacán. Desde ese año en que Felipe Calderón nos mandó su primer magno operativo de seguridad que al final sirvió sólo para ejemplificar su fracaso para combatir a los narcos y perder su propia guerra, en su propia tierra, la cual sigue más que nunca, dominada por aquellos que según persiguió.
El 2008 lo recordaremos por los granadazos de Morelia, el primer atentado terrorista en la historia de México; el 2009 fue marcado por esa otra acción fallida del calderonato llamada “Michoacanazo” y que sólo sirvió para desestabilizar a la entidad y ahuyentar inversiones.
El 2010, el Año del Bicentenario, fue cuando empezaron las desapariciones y asesinatos de michoacanos inocentes en diversos estados del país, el fenómeno del “etiquetamiento”, el no poder circular con placas del estado y mucho menos en camionetas, el no poder viajar en grupo ni a la playa por ser motivo de sospecha de pertenecer a un grupo delincuencial.
El 2011 tuvimos elecciones estatales en medio de un clima de tensión y confrontación entre estado y federación. El 2012 sólo sirvió para asentar las cosas y preparar el terreno de lo que habríamos de vivir este año que ya se va, afortunadamente.
El 2013 pues sin duda, confirmó que esa luz no era la salida del túnel en el que estamos metidos al menos desde 1997, fecha de referencia inicial de este texto. Esa luz, señoras y señores, lamentablemente era el tren que este año nos ha arrollado, y nos lleva por delante para lo que parece, no será un buen final de su trayecto, condenado a nunca ver la salida del mentado túnel.
Todo apunta lamentablemente, a que este tren, tarde o temprano, chocará o se descarrilará, ante la falta de maquinistas que lo puedan controlar.
Cosas que ahí están pero a nadie le interesan: A Peña Nieto le sigue valiendo un pepino el estado. No sólo no implementa una real estrategia contra la inseguridad, sino que además le niega los recursos presupuestales necesarios para este 2014.
Truchas: El DIF estatal, ¡que tranzas se están gestando ahí!
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