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Panistas, perredistas, no os preocupéis

Por Paul Alcántar
No hay crisis en los partidos, sólo reajustes en sus estructuras. Quienes piensen que lo que vive el PAN y el PRD después de la derrota electoral del año pasado, como el inicio del fin de la clase política es como pensar que Monarcas ganará la liguilla de este torneo de apertura.: pura ingenuidad.
No hay nada nuevo en las divisiones internas en los partidos, casi es natural que las organizaciones políticas al sufrir una derrota comiencen una depuración de militantes y reparto de culpas entre quienes tomaron decisiones dentro del proceso electoral. Sucedió en 2004 cuando el PRI estaba más que hundido en su depresión jurásica y no le calentaba ni el sol; aún no superaba la pérdida del control de Los Pinos en el 2000 y surgieron hipótesis maravillosas sobre el fin del dinosaurio.
Se llegó a tal grado que la ruptura entre Elba Esther Gordillo y del entonces presidente de los tricolores, Roberto Madrazo, cimbró a quienes añoraban que regresara la imposición de la disciplina presidencial e inclusive hubo personalidades importantes de aquel partido que salieron corriendo a otros como Gabino Cué, Diódoro Carrasco, Dante Delgado, Miguel Ángel Yunes, Roberto Campa Cifrián, Rafael Moreno Valle,  Arturo Núñez, entre otros. Muchos allegados a la MAESTRA y otros acogidos por el lopezobradorismo.
Muy a pesar de la salida de Gordillo del PRI éste sobrevivió a los embates internos de Madrazo y hoy, tras doce años  de espera, regresan para gobernar junto con Enrique Peña Nieto personajes que al nombrarlos pareciese que nos quedamos en pausa en los noventa,  – Emilio Chuayffet, Pedro Joaquín Coldwell, Enrique Martínez y Martínez, Alfonso Navarrete Prida,- que de plano el pragmatismo ideológico es más serio de lo que pensaba –Rosario Robles, Lía Limón, Mario Di Constanzo- o que simplemente nombrar sus apellidos causa la resurrección imaginaria del Chupacabras – Claudia Ruiz Massieu Salinas de Gortari-.
El PAN y el PRD saben que no morirán por el desplante de sus militantes. El panismo y su padrón inflado no daba para darle a Josefina Vázquez Mota el triunfo porque ya no había confianza ni del propio Felipe Calderón ni de su primer círculo íntimo. Hoy los calderonistas disfrutan en el Senado –Javier Lozano, Cocoa Calderón, Ernesto Cordero- las mieles del poder por seis años más, con todo y su fuero desmedido.
El perredismo está pasando por malos ratos  y la ruptura oficial con López Obrador y con MORENA les preocupa  la polarización que se vivirá en los próximos meses, pero tampoco les acongoja.  El presupuesto que el IFE les otorga cada año bien vale la pena soportar la rabiosidad del pejismo.
No les quita el sueño.
Chapulines

  1. Y nada es casual, en Michoacán ya no saben qué hacer entre perredistas. Unos desconocen sus liderazgos dentro del congreso estatal y otros dicen que no pasa nada.
  2. La inseguridad vivida en la zona de la ciénega de Chapala no es nada agradable y ya se implementó un operativo en conjunto con Jalisco para apaciguar los ánimos criminales en la zona.
  3. Los focos rojos se prendieron con la desaparición de un joven sacerdote de la Diócesis de Zamora, desde el 27 de diciembre no aparece. Como si se lo hubiera tragado la tierra.

Twitter: @paulalcantar
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