Diciembre pobre para Michoacán
Por Toño Aguilera
Escribo estas líneas faltando unos minutos para el tan publicitado fin del mundo, que según los mayas nos la sentenciaron hace un chinguero de años. Si bien esa ya de por sí, -digo para los más crédulos- es una lamentable noticia, para los michoacanos sólo es un ladrillo más en la pared al que se configura como uno de los diciembres más jodidos en décadas en este de por sí estado poblado de miseria, exclusión, pobreza y demás lacras políticas que se sumen.
Al final de un Annus horribilis en todos los sentidos para los michoacanos, con un crecimiento de la pobreza, la marginación, la migración infantil a Estados Unidos, con menos días de clases, la suspensión de becas por falta de varo gubernamental, el desempleo, los 20 bancazos, los centenares de marchas, los asaltos, el robo de autos, el tan esperado por muchos, mes de diciembre tampoco fue diferente de la nota gris que marco todo este 2012.
La falta de recursos del gobierno estatal –que para nuestra desgracia es la principal fuente de empleos y de financiamiento de todas las mini empresas ubicadas en este estado-, la ausencia de empresas e industria que reactive la economía, y la expoliación diaria de la delincuencia que somete a los ciudadanos, nos han convertido en un grinch eterno de estas navidades.
La mayor parte de las empresas, institutos, escuelas, universidades y otros, no han pagado o de plano ya no lo harán, el tan ansiado aguinaldo a sus trabajadores.
Allí están los tristes ejemplos de la Universidad Michoacana, del Colegio de Bachilleres, de los Telebachilleratos, de muchas escuelas, hasta de la burocracia. No se diga en los sub empleos que se ofertan en esta ciudad, como son los cajeros de los centros comerciales, los empleados de mostrador, los meseros, y un doliente etcétera no cobrarán ninguna prestación este fin de año.
Datos del Servicio Nacional de Empleo (SNE) en Michoacán muestran una realidad atroz: el 56.74 por ciento de los trabajadores registrados carece de acceso a prestaciones laborales, por lo que la percepción del aguinaldo es incierta, debido a que los patrones no se encuentran obligados a otorgarlo.
En total son 624 mil 167 trabajadores de un universo de un millón 099 mil 900 personas económicamente activas las que podrían no ser objeto de este derecho de los empleados asalariados, de los cuales el 67.76 por ciento son varones y el 32.23 por ciento son mujeres.
Se puede constatar en las calles de Morelia el desánimo y la ausencia de un espíritu navideño: las tiendas y empresas se desviven por ofrecer su mercancía, inclusive algunas hasta mantienen su letrerito del Buen Fin hasta un mes después de la realización de la campaña; poco o nulo turismo en las calles del Centro de Morelia; las mesas de los cafés y los restaurantes están colmadas de soledad –nada comparable con los cafés de Roma, ya que algunos nos pueden dar testimonio de ello-; en los aparadores se empolvan los juguetes y en las banquetas se pueblan de niños ansiosos, pero los bolsillos de los padres están casi vacíos; proliferan las ofertas de banquetes y cenas por particulares, en franca competencias con restaurantes, pero a precios más módicos; las torres de botellas de vino se mantienen intactas; las edecanes bailan y bailan en la boca de las cadenas comerciales, y sólo alcanzan a robar miradas, pero nadie entra en las tiendas; es más, ni siquiera lucen los adornos que el ayuntamiento tradicionalmente cuelga de los edificios del centro de Morelia.
La realidad es triste: Michoacán no tiene dinero para cerrar con felicidad un año infeliz, en cambio los dueños del Teletón se gastan los milloncitos de la colecta en playas o ciudades extranjeras.
“Mire Joven ex funcionario”
Una anécdota para evidenciar las diferencias de trato entre entrevistado y entrevistador de los tiempos actuales con los tiempos pasados: corría el año 2010, a finales, y eran las semanas del escándalo desatado por las grabaciones de Julio César Godoy Toscano. En una gira a la Ciudad de México, el entonces gobernador Leonel Godoy fue chacaleado por la prensa chilanga, esa que no se anda por las ramas, y un reportero le preguntó el ex mandatario con mucha cizaña: “¿oiga, y como está su hermano, dónde anda?, a lo que él contestó: “muy bien, ¿y tu hermana que tal?, hace mucho que no la veo”, el reportero apagó la grabadora y se fue…
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