
STAFF/Marina Alejandra Martínez
Entre lágrimas, Mayra Alejandra Buenrostro, madre de Pablito, un joven jornalero que perdió la vida tras pisar una mina colocada por el crimen organizado en los campos de cultivo, exigió a la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, que deje de entregar estufas de leña en Apatzingán y se enfoque en devolverle la seguridad a Tierra Caliente.
Durante una rueda de prensa ofrecida en Apatzingán, la mujer fue acompañada por el dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Guillermo Valencia Reyes, desde donde hizo un llamado enérgico al Gobierno federal para atender con seriedad la violencia que azota la región.
Frente a reporteros locales, señaló que no se trata de un caso aislado, ya que hay decenas de trabajadores del campo que han muerto al intentar ganarse la vida cortando limón en una zona dominada por el crimen organizado.
“La presidenta debería venir a Apatzingán a imponer orden, no a comprar la conciencia del pueblo con despensas”, lanzó la madre, visiblemente afectada por el dolor y la impunidad.
Reclamó que la situación de Tierra Caliente es insostenible, con decenas de víctimas inocentes, mientras las autoridades se mantienen indiferentes ante el dolor de las familias que solo buscan justicia y protección.