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La joven Mireya Berenice Pérez Sánchez, de 32 años, fue hallada sin vida en Apatzingán, Michoacán este fin de semana, luego de que se reportara su desaparición en el municipio de Jilotepec, en el Estado de México.
De acuerdo al testimonio de sus familiares, Mireya salió de su casa a las 4:00 de la mañana del pasado 25 de mayo, acompañada de su padre, quien la dejó en la parada del autobús que tomaba regularmente para llegar a su trabajo.
Dicha estación se ubica sobre la carretera Jilotepec-Soyaniquilpan, en donde tomaba el transporte que la dejaba en su trabajo, la empresa de plásticos, Truper. Ahí cumplía una jornada laboral de 6:00 de la mañana a las 14:00 horas.
En su trabajo, afirmaron que Mireya laboró horas extras, aunque ignoraron el horario en el que abandonó la planta. Sumado a esto el sistema de cámaras del Centro de Control, Comando, Comunicación, Cómputo y Calidad (C5), mexiquense, reportó que ese mismo día, las cámaras estaban en reparación, por lo tanto, se desconoce la ruta que tomó la también madre de un pequeño de 4 años de edad.
Tras la ausencia, la familia de Mireya denunció su desaparición ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México y se emitió la ficha de búsqueda con el Protocolo Alba,.
Posterior a la denuncia, familiares y amigos se manifestaron para exigir la agilización en las labores de búsqueda por parte de las autoridades.
Desafortunadamente, 28 días después, su familia fue notificada sobre el hallazgo del cuerpo sin vida de la joven, sin que hasta el momento se conozca la causa de su muerte.
