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#Morelia ¿Buscas Una Máquina De Escribir? Casa ‘Argos’ Un Taller Atrapado En El Tiempo

En el lugar, podrías encontrar máquinas de escribir de colección, además de poder adquirir la tuya desde 2 mil pesos en adelante 

STAFF/Alejandra Macedo-@AleMacedo0

Los tambores rodando y las campanas sonando al ritmo de unos dedos bailarines sobre un teclado de letras separadas, es lo que don José Araiza Govea, trata de preservar en su taller “Casa Argos Morelia” donde vende y da mantenimiento a máquinas de escribir, mismas que dejaron de ser fabricadas hace poco más de 30 años. 

Aunque se piense que es una profesión olvidada, dentro de la casona ubicada en Antonio Álzate #510, el doctor de estas máquinas, quien lleva más de 30 años de experiencia, contradijo lo que muchos piensan, compartiendo que la venta y arreglo de máquinas de escribir continúa vigente. 

“Aquí arreglamos de todo lo que concierne para oficina, con excepción de muebles, en Morelia llevo 33 años, pero en total tengo 45 años, comencé vendiendo máquinas, como vendedor de piso”, relató el maestro. 

Añadió, que esta profesión continúa siendo rentable, gracias a los estudiantes de medicina, leyes, y algunos colegios privados de la ciudad, quienes aún deben entregar trabajos con máquina de escribir, gracias a la habilidad que otorga de pensamiento y raciocinio en cuanto a lo que se escribe. 

“Más que nada, son los estudiantes de medicina quienes las compran, o traen a arreglar las máquinas de familiares, ya que las ocupan durante el internado, también los estudiantes de leyes las usan para algunos trabajos, y en Morelia, hay cinco escuelas privadas que las piden obligatorias para sus alumnos”, explicó Araiza Govea. 

Aquí mismo, los morelianos puedes asistir para arreglar sus máquinas de escribir, o bien, adquirir una nueva, que están entre los 2 mil y 3 mil pesos, siendo notificados de que las máquinas de colección no se encuentran a la venta. 

En el taller, se pueden encontrar exhibidas máquinas calculadoras de palanca y otras más antiguas, que datan desde los 1950, además de dos máquinas “Oliver” fabrica que desapareció en México desde 1928.

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