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En Michoacán, seis activistas indígenas, unos enfocados en la defensa de los bosques y otros de los derechos comunales, han sido asesinados o desaparecidos en los recientes dos años.
Pavel Uliánov Guzmán Macario, dirigente del Consejo Supremo Indígena de Michoacán (CSIM), dio a conocer la realidad a la que se enfrentan los activistas purépechas y nahuas en el estado, y denunció que estos crímenes quedan impunes.
De acuerdo Guzmán Macario, en los últimos 40 años han desaparecido y matado a más de 35 comuneros y autoridades indígenas, detallando que tan sólo en Osula, municipio de Aquila, fueron ultimados 16 indígenas y los crímenes estuvieron relacionados con despojos y problemas de tierras.
En un recuento de los más recientes casos, está la desaparición y luego el hallazgo sin vida de Eustasio Alcalá Díaz, defensor nahua de la comunidad de San Juan Huitzontla.
Sobre las causas de muerte y el móvil del crimen no se tienen más datos, únicamente se difundió la versión que comenzó el 1 de abril del presente año, cuando fue raptado mientras trasladaba a unas misioneras provenientes de Querétaro a su comunidad, donde realizarían labores de evangelización. Después de eso, transcurrieron dos días sin conocer su paradero.
Fue hasta este martes, que encontraron su cuerpo en un hecho que encendió las alarmas de más colectivos que se sumaron al grito para exigir justicia por su asesinato.
En 2018, Eustasio representó legalmente a la comunidad de Huitzontla que por medio de una asamblea, emprendieron acciones legales en defensa de su territorio y un alto a la explotación minera. Fue hasta 2020, cuando se les concedió un amparo para frenar a seis concesiones implementadas a la minera Las Truchas, la empresa Arcelor Mittal y a la minera Las Encinas, de Siderúrgica Ternium.
Por otro lado, Antonio Díaz y Ricardo Lagunes, abogado de la población nahua, tienen casi tres meses en calidad de desaparecidos, desde el15 de enero. Ambos de igual manera, defensores de la autonomía y los derechos indígenas.
En este mismo tenor, en febrero de este año, fue ultimado a tiros el Presidente de Bienes Comunales, Alfredo Cisneros, en el poblado de Sicuicho, municipio de Los Reyes. Cisneros era defensor de los bosques y había encabezado una lucha contra los talamontes.
Así pues, continúan los asesinatos y desapariciones en contra de los líderes y defensores indígenas, y ante tan alarmante realidad, los pueblos originarios exigen al gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla instruya mayor presencia de los cuerpos policiales para enfrentar a los grupos delictivos, principalmente en Sucuicho, Jarácuaro, San Benito y Ocumicho.
Además de las mencionadas también exigen que en otras regiones michoacanas sean vigiladas por rondas comunales, que actualmente se están capacitando, por lo que dejan desprotegidas sus comunidades durante más de ocho meses.
