STAFF/ Miguel Ángel Santos – @sanmiguelinsan
Desde temprana hora los abuelitos se encontraban en la entrada del recinto ferial a la espera de su segunda dosis de la vacuna anticovid, todos con su cubrebocas y buscando un refugio para el sol, sin saber que dentro del inmueble había fallecido una persona.
El la fila y en la entrada de veían tranquilos, con papeles en menos para comprobar que ya tenían la primera dosis de la vacuna de Pfizer que se aplica en la capital del Estado, y en la puerta sólo un encargado de dejar pasar o no a los abuelitos para no aglomerarlos todos al interior del recinto.
Aunque ya se tenía conocimiento de que un abuelito falleció mientras estaba formado, la llegada de la SEMEFO confirmó el hecho, sorprendiendo a los abuelitos quienes cuchicheaban «¿Pasó algo adentro?«.
Aunque a Changoonga no nos permitieron el paso, desde fuera del recinto se pudo observar los trabajos de la SEMEFO, quienes recogieron el cuerpo para llevarlo a la morgue y realizar la necropsia de ley.
A la par, quienes esperaban su segunda dosis comenzaron a pasar, pues la vacunación no se podía detener debido a las condiciones que la misma vacuna impone, como el cuidado al ultra frío.
Pasaron primero los que andaban en silla de ruedas, para después pasar los más jóvenes de los abuelitos, sin ninguna queja y en orden, siendo el único inconveniente un joven acompañante que no tenía cubrebocas, al cuál una policía le llamó la atención.