COLUMNEROS

Ciudadanos Emergentes… Crisis Económica En La Casa De Hidalgo

No hay justicia en la Universidad, ni hay justicia en el Estado de Michoacán. De ahí las huelgas de “puertas abiertas”.

By: Arturo Ismael Ibarra

¿Qué pasa en Michoacán y en la Universidad Michoacana en materia de ética, justicia y derechos humanos? Es lamentable señalarlo, pero en la Universidad es muy deficiente el sistema de justicia, en Michoacán, por consiguiente, y constantemente se atropellan los derechos humanos, caso concreto el no pago de prestaciones laborales y salarios, correspondientes al mes de diciembre.

El órgano de justicia laboral, que depende del Gobernador del Estado, llamado Junta Local de Conciliación y Arbitraje, se ha convertido desde hace años en el lavadero donde se le legalizan las arbitrariedades que se cometen contra los trabajadores. Y la Junta especial número 5, en concreto, no es más que una prolongación de la rectoría para lavar las inmundicias laborales que se cometen contra maestros y empleados. No hay justicia en la Universidad, ni hay justicia en el Estado de Michoacán. De ahí las huelgas de “puertas abiertas”.

Se dice que cuando un trabajador académico defiende sus derechos, atenta contra la Universidad. Es lamentable esta insidiosa y dolosa interpretación. Lo cierto es lo contrario. Cuando se agravian los intereses del más modesto trabajador académico, se agravian los intereses de la Universidad y se atenta contra sus más altos objetivos, que son la formación de profesionistas, la promoción de la investigación científica y la difusión de la cultura.

Pensamos que la Universidad Michoacana ha tenido malos rectores, como Salvador Jara o Silvia Figueroa por ejemplo, pero la verdad, Raúl Cárdenas Navarro parece hacer todo lo posible por ganarse ese puesto, y sabía el rector que tenía un trabajo cuesta arriba, porque primero no es egresado de la Universidad Michoacana, por su amistad con el gobernador del estado fue que arribó a la Universidad Michoacana, y a la rectoría, solamente fue consecuencia del primer acto, pero fracasó el primer objetivo la candidatura al gobierno del estado. La crisis económica y la pandemia echaron a perder ese proyecto, y hoy Raúl es el personaje más odiado y despreciado por los universitarios, porque lo acusan de no tener la capacidad suficiente para buscar los recursos a tiempo, porque ya se sabía que el dinero inicial no alcanzaría para todo el año, por ello ayer el tesorero de la Casa de Hidalgo emitió una circular en la cual, se daba a conocer que no tiene dinero para pagar la primera quincena de este mes, ni las prestaciones a que tienen derecho. Y lo peor es que el sindicato de maestros que encabeza el Maestro Jorge Luis Ávila Rojas, lejos de buscar acciones para el pago, se ocupó de transcribir el comunicado de la rectoría.

No debiera ser el salario una esperanza, una expectativa incierta, una aspiración dependiente de valoraciones extrañas, ajenas a su razón de ser. Su entrega oportuna, es un acto de elemental respeto a quien debe recibirlo, es la atención debida a su dignidad y a su derecho; es lo normal.

¿Qué argumento sano podría justificar que el compromiso no se cumpla, que el alimento no llegue a la mesa, que se agregue una complicación más a un año tan difícil?

Salario es justicia, porque se entrega a cada quien lo suyo, lo ganado, lo que se ha trabajado; es la honra de un compromiso cuya regularidad enaltece a todas las partes y cuya falta, en cambio, pervierte relaciones que debieran ser sagradas. El respeto a quien trabaja, implica hacer de la reciprocidad un hábito, un instinto guía, el impulso permanente de cumplir, tan poderoso o más, que cuando se ordena la realización del trabajo.

Y no hay respeto en la falta de pago; es una omisión altisonante, que en su silencio ofende, pero en su mala justificación, agrede. Salario es justicia, y convertirla en interés de cuarta prioridad es evadir una responsabilidad que ni siquiera debería discutirse.

Arturo Ismael Ibarra Dávalos. Licenciado en Derecho por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH). Catedrático de la misma. Preside la asociación civil Bien Común Michoacán, Abogado de Laborissmo, “Por la Mejora en el Ámbito del Trabajo”. Secretario General del Foro Política y Sociedad.  Maestrante de la Maestría en Ciencias, con Especialidad en Políticas Públicas del Instituto Iberoamericano de Desarrollo Empresarial (INIDEM)

Correo electrónico de contacto arturoismaelibarradavalos@hotmail.com

Botón volver arriba