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Tal parece que las personas andan mostrando sus colmillos durante esta pandemia del coronavirus (COVID-19), pues tras que la señora Pilar, una abuelita de 75 años de edad muriera aparentemente de la nueva enfermedad, su trabajadora decidió incinerarla y no avisarle a nadie para poder quedarse con la casa, en Leganés, España.
La mujer originaria de Perú tomó las decisiones sobre el cadáver de su patrona sin autorización de los hijos de esta y aprovechó para instalarse en la casa de la fallecida.
De acuerdo con lo dicho por el Periódico El Mundo, la policía sigue investigando el caso, y por ahora cuentan con las declaraciones de Rosa, la trabajadora doméstica y algunos representantes de la funeraria que actuaron sin los permisos de Doña Pilar.
Por parte, la hija de Pilar señala que no tenía problemas de salud, y mucho menos de gravedad, por lo que no sabe qué pudo ocasionar su muerte.