México vs Brasil: «El Tri Puede Soñar» Afirma la BBC De Londres
STAFF
Para esta final de fútbol olímpico en Londres 2012, Brasil es el gran favorito, pero muchos han comenzado a apostar por México. Después de todo, los enfrentamientos entre seleccionados de diferentes categorías de estos países ofrecen un cuadro equilibrado, incluso favorable a México si tomamos en cuenta los torneos internacionales desde hace 16 años.
En mundiales sub 17, sub 20, Copas de Oro, América y Confederaciones, México suma suma ocho victorias mientras que Brasil sólo tiene seis.
A esta estadística le podemos sumar el partido más reciente, un amistoso el 3 de junio, que terminó con la victoria de México 2-0. Brasil presentó su equipo olímpico, pero se sabe que es la base del scratch que buscará el título mundial en 2014.
Para el medio más influyente de Europa, la BBC de Londres, de donde tomamos este texto, el asombro de que el Tri gané la final sólo se justificaría porque las noticias del fútbol mexicano no tienen una difusión acorde con su importancia internacional.
Por supuesto que los favoritos iniciales eran España, Brasil y Uruguay, pero ya en nuestra recomendación de los «imperdibles», al comenzar los juegos, decíamos que «México puede dar la sorpresa con un equipo muy respetado por España y Brasil»: estos, junto con Gran Bretaña, fueron los sembrados.
Atención de los grandes
El valor de esta final olímpica está realzado por la importancia que le dieron varias de las grandes potencias futbolísticas, que por una razón u otra se pusieron el oro como meta.
El valor de esta final olímpica está realzado por la importancia que le dieron varias de las grandes potencias futbolísticas, que por una razón u otra se pusieron el oro como meta.
España, porque ganar cría costumbre y quería completar un Grand Slam de victorias en todos los tableros: mundial, europeo y olímpico.
Uruguay, porque su buen Mundial y la victoria en la Copa América fueron las chispas para reencender la llama olímpica, su primer amor futbolístico.
Brasil porque no tiene oro olímpico y quiere hacer buena letra para el Mundial en su casa; y porque, en fin, es Brasil.
México, el cazador
Y México, bueno, porque es un cazador que en los últimos años ha dado varios sustos a los grandes predadores de la sabana futbolística, saliendo de su caverna de la Concacaf, donde pasa inadvertido durante buena parte del año.
Los aficionados y hasta los periodistas de los centros internacionales del fútbol sólo lo ven llegar cuando ya está prácticamente encima de ellos y entonces hablan (hablamos) de «sorpresa». «México puede dar la sorpresa», decimos.
Lo cierto es que México es uno de los pocos países que cuando juega con Brasil no se apichona de entrada, que sale con ganas de ganar.
No quiero decir que México tenga la estatura futbolística de Brasil, sino que los mexicanos tienen el orgullo que hace falta para enfrentar al poderoso y ganarle… tal vez.
Mundos diferentes
Este será el típico partido entre un equipo de estrellas (si usted fuera agente, ¿con cuantos jugadores mexicanos «pagaría» el pase de Neymar?), concebido con la vista puesta en el Mundial 2014, y un equipo de buenos jugadores que quieren aprovechar una oportunidad que muy difícilmente pueda repetirse.
A ojos de muchos comentaristas, este Brasil es virtualmente el equipo mundialista, mientras que el mexicano es un sub-23 reforzado.
Esta es otra consecuencia de la fascinante personalidad embozada que tiene el fútbol mexicano, cuyo destino es enfrentar habitualmente a rivales relativamente modestos, en partidos que no llaman la atención en Madrid, Milán y Londres, hasta que llega la hora de salir a cazar bestias grandes.
Y no vienen más grandes que las brasileñas. La mayoría de los 18 integrantes del plantel juegan en Europa, y los otros son retenidos a duras penas. Neymar sigue en la liga brasileña gracias a su valor como símbolo del «proyecto 2014».
De los mexicanos, en cambio, el único que juega en Europa es Giovani Dos Santos, pero casi todos los otros se foguearon en los equipos sub 17 que ganaron los Mundiales de 2005 y 2011.
Plano psicológico
En el plano psicológico, las fuerzas serán parejas. Brasil tiene (o aparenta) una confianza serena, propia del fuerte. Muchas veces esto es una máscara destinada a impresionar al rival, pero el mismo hecho de llevarla tranquiliza.
México «no tiene nada que perder», como se dice en la tribuna: si cae con dignidad, su público sabrá aceptarlo. Si gana…
Pues si México gana, lo importante (para el resto del mundo) no será la alegría mexicana, sino las consecuencias en Brasil.
¿Se extenderá el trauma hasta el Mundial 2014? ¿Se darán las condiciones para un nuevo Maracanazo?
Pesadillas y sueños
Como todo pueblo con imaginación, los brasileños pueden ser supersticiosos, y muchos verán un signo aciago si caen en Londres, en un momento en que Uruguay (el verdugo de 1950) ha recuperado el orgullo, y «los primos» argentinos tienen a Lionel Messi, y España es el depositario del jogo bonito, y los alemanes avanzan a paso redoblado, y Portugal tiene a Cristiano Ronaldo…
Perder ante México también podría desfondar la leyenda de Neymar, que ha sido alimentada cuidadosamente para madurar plenamente en el Mundial.
No, Brasil no puede imaginar la derrota. Nadie se pone a pensar durante el día en la pesadilla que tendrá por la noche.
México, mientras tanto, puede soñar.