STAFF/Margarita Arreola @arreolamaegui/Foto vía Eliza Flores
Las hermanas Catalina y Gaudencia Martínez Hinojosa, cada 10 de mayo llenan de flores la tumba de su madre, la señora Eloisa Hinojosa Jaimes, quien está descansando en el campo santo desde hace más de 30 años, pero debido a las normas sanitarias por COVID-19 este Día de las Madres será el primero que no pasaran juntas, por eso adelantaron el festejo.
Aunque les entristece la medida sanitaria que mantendrá cerrado los panteones desde el 8 al 11 de mayo para evitar concentraciones de gente y frenar contagios de coronavirus, las hermanas están conscientes que es lo mejor y que se debe acatar las reglas:
«Nos quedamos cortos con las medidas, yo pienso que si la gente no entiende y es orejona se tiene que actuar legalmente», comentó enérgicamente Catalina, quien es médica jubilada y aún da clases en la Facultad de Medicina de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
Por su parte, la hermana Gaudencia, química de profesión que ahora está retirada, señala que procuran visitar la tumba de su madre cada que pueden y cuando es posible diario como lo hicieron por más de 10 años, pero ahora los días seguros son sábados y domingos, pues primero el trabajo las distancia y ahora la edad es su mayor dificultad, claro la fecha obligatoria es el 10 de mayo aunque esta vez el festejo fue el 7.
Como parte de su historia narran que su mamá era originaria de Carácuaro, al casarse con su padre se fueron a vivir a Huetamo donde nacieron 10 hijos de los cuales solo quedan tres, las dos hermanas y un varón; describen a su madre como una santa, pues siempre buscaba ayudar a las personas de su pueblo, ya sea con prendas de vestir o alimento:
«Cada que se mataba una res o un puerco mi mamá buscaba repartir comida o daba tela para hacer ropa a quien menos tenía, hasta un té recomendaba cuando alguien estaba enfermo», describió Catalina.
Las hermanas cuentan que procuran seguir el buen ejemplo de sus padres, quienes a pesar de no tener carrera ya que eran de pueblo, leían mucho y se mostraban como personas cultas; ambas son egresadas de la UMSNH, se dedicaron al área médica; Catalina como docente en medicina, siendo la primera mujer en dar cátedra de anatomía del cuerpo humano en la Facultad y en posgrado de Odontología, mientras que por su parte, Gaudencia dedicó su vida a trabajar en el ISSSTE.
Mientras contaban aspectos de su vida, las risas y el acento terracalenteño no se podían ocultar, las mujeres, ambas adultas mayores, presurosas trataban de arreglar la tumba de su madre hasta que sus tareas se vieron interrumpidas por la fuerte lluvia que se dejó sentir este jueves sobre el Panteón Municipal de Morelia.