STAFF/ @michangoonga
“Sí, yo sí me enteré. Todos los que vivimos por Villas de Oriente nos enteramos del caso. Fue algo muy triste muy espantoso. Todos los vecinos nos pusimos en alerta…” cuenta la voz de un hombre, padre de familia, de oficio obrero y vecino de la zona del fraccionamiento donde hace 2 meses y medio, el 27 de junio pasado, la pequeña Valentina García Chávez fue ultrajada y asesinada por su padrastro, Diego Armando V. de 27 años de edad y quien oficialmente está prófugo de la ley.
Este medio se trasladó a hacer un recorrido por Villas de Oriente para recoger testimonios de vecinos, de conocidos, sobre el caso de la pequeña del cual han transcurrido los días, 43 para ser exactos, y la justicia no ha llegado.
Y a pesar de que el caso de Valentina llamó la atención mediática de autoridades, medios y redes sociales, generando gran indignación colectiva, en Villas del Oriente no están muy enterados del lamentable caso: “Algo escuché de eso ¿ya tiene tiempo, no?”; “Creo que mi esposa me comentó algo al respecto pero la verdad no puse mucha atención”; “Sí leí algo de eso pero no sabía que fue aquí”, fueron algunas de las respuestas que nos encontramos de parte de vecinos entrevistados durante el recorrido changoonguero.
Sin embargo, tras seguir algunas recomendaciones para buscar a vecinos que sí pudieran estar informados, vino la confirmación: “Yo sí conocí a la familia. No nos hablabamos ni nada, sólo de vista, y pues como aún no somos muchos vecinos viviendo es fácil detectarnos” expresó doña Lucía, una joven ama de casa que nos brindó una mejor referencia: La familia de Valentina y la casa donde se suscitó la tragedia están ubicadas en la 2da etapa del fraccionamiento.
También abordamos a Jorge, un estudiante que vive en la misma calle donde se habría sucedido la breve detención de Diego Armando, quien a la postre fue liberado de inmediato por los agentes de Seguridad Pública que lo detuvieron, a pesar de que ya había indicios en su contra respecto de su horrendo crimen:
“Yo escuche cuando fue la detención (del padrastro) hubo mucho escándalo, fue en la noche vinieron las patrullas y me asomé por la ventana para ver qué estaba pasando pero nada más. Ya al otro día me enteré de lo que había hecho pero nada más” señaló.
No obstante a este medio informativo se acercó el padre de familia protagonista del comentario con el que abre esta nota. Pidiendo el más absoluto anonimato por su seguridad, procedió a relatar:
“Todos los que vivimos por el rumbo estábamos al pendiente, preocupados de que este cabrón (Diego Armando) no hiciera lo mismo con nuestros hijos, porque sabíamos que había escapado y creíamos que regresaría y podría lastimar a nuestros hijos”, relata.
Con voz firme, el testimoniante refiere que la alerta vecinal del caso originó “que entre vecinos estuviéramos todos bien al pendientes por nuestros celulares para comunicarnos”, y repentinamente con un tono más bajo de voz, a manera de discreción, frena de golpe el testimonio y suelta: “..de repente un día me llegó un aviso de un compa ‘pesado’ de esos que andan en cosas que mejor no prefiero decir. Él me dijo y ya después se nos informó por otras formas a varios vecinos, que ya no nos preocupáramos, porque a este güey ya se lo había cargado la chingada. Al parecer tenía ahí algunos negocios con los malosos y nos dijeron que la maña ya lo había ejecutado, en parte por lo de sus propias broncas pero también en parte por lo que le hizó a la niña. Le hicieron justicia a su modo por así decirlo”, concluye el testimoniante quien advierte, no nos puede decir más “es todo lo que sé” señala, al tiempo que asegura, él cree que ese mensaje fue verdadero: “hay cosas con las que la gente de aquí no juega” aseverando que él en lo personal ya se siente más tranquilo cuando se enteró de dicha situación.
Hasta el momento, más allá de las promesas del gobernador Silvano Aureoles de hacer justicia y no dejar el asesinato de Valentina en impunidad, la Procuraduría de Justicia estatal sólo ha informado que trabaja en el caso, negando negligencias de las autoridades locales en la intervención del mismo.
Paralelamente en redes sociales han surgido reportes de usuarios de las mismas que refieren que a Diego Armando se le ha visto en Celaya buscando “coyotes” para cruzar a Estados Unidos, y otras voces que señalan le han visto en la frontera de Tamaulipas.
