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«Lamentable que este señor Ávalos Plata considere que deba haber campos de concentración aquí en Morelia para la renta de esclavos sexuales. Eso es intolerable!», de esa manera la reconocida activista defensora de los derechos femeninos y en contra de la trata de personas, Rosi Miranda, fustigó al secretario del Ayuntamiento de la capital michoacana, Jesús Ávalos Plata, quien en diciembre del 2015 se declaró en pro de legislar para regular el comercio sexual y brindar protección social a las personas que deciden ser trabajadores sexuales.
De visita este día en Morelia para presentar una campaña para erradicar la trata de personas la cual será respaldada por el gobierno de Michoacán, la también presidente de la A.C. Comisión Unidos vs la Trata, se pronunció por no permitir tampoco las llamadas «zonas rojas» o «de tolerancia» como las que actualmente existen en puntos como la plazuela Carrillo o la avenida Nocupétaro, ya que aseveró, detrás de la gran mayoría de las trabajadoras sexuales tienen detrás de sí una historia de explotación y abuso.
Al permitirse estas zonas dijo, no se pueden detener o evitar fenómenos como el cobro de derecho de piso por los padrotes o madrotas, y empresarios que controlan la trata en cada zona.
Para subrayar su posición, la activista Miranda presentó el testimonio de Karla Jacinto, una víctima de trata en Irapuato que fue obligada a prostituirse de los 12 a los 18 años por su novio, mayor que ella, bajo licencia municipal falsificada para ejercer el oficio aparentando mayoría de edad, hasta que no fue rescatada por un cliente quien le apoyo al tomar conciencia de su situación.
«Y así el municipio -de Irapuato- me dio un permiso oficial en base a una identificación falsa y como la gente la ve a una con faldita y sonriendo, piensan que estamos ahí por gusto cuando es todo lo contrario y muchas veces no lo podemos decir por temor a represalias» narró la víctima quien ya hoy a sus 24 años da testimonio de una nueva vida y de todo lo que sufrió cuando fue víctima de trata.
