
STAFF/@michangoonga
Con todo ambulancia, camilla y enfermeros, una abuelita de San Luis Potosí, identificada como Josette, se vio obligada a trasladarse en ambulancia a una sucursal de HSBC para desbloquear su cuenta bancaria el 7 de marzo.
La cuenta, utilizada para cubrir gastos esenciales como medicamentos y servicios médicos, fue bloqueada sin previo aviso. A pesar de que los familiares intentaron resolver el problema a través de los canales digitales y telefónicos del banco, la única solución ofrecida por HSBC fue la presencia física de la titular en la sucursal.
Debido a la imposibilidad de Josette para trasladarse por sus propios medios, la familia se vio obligada a contratar una ambulancia para trasladarla a la sucursal. Una vez allí, el personal de la sucursal resolvió el problema rápidamente; sin embargo, la familia expresó su indignación por la falta de protocolos para atender a clientes en situaciones de vulnerabilidad.
Este incidente ha generado críticas hacia HSBC por la falta de empatía y la ausencia de mecanismos para atender a personas con problemas de movilidad o salud que les impiden acudir personalmente a las sucursales. Hasta el momento, HSBC no ha emitido una postura oficial sobre este caso.
Situaciones similares han ocurrido anteriormente. En enero de 2023, un paciente en Tlalnepantla fue obligado a acudir en camilla a una sucursal bancaria para realizar un trámite, lo que también generó indignación pública y llevó al banco involucrado a disculparse públicamente.
Estos casos destacan la necesidad de que las instituciones bancarias implementen protocolos más accesibles y empáticos para atender a clientes en condiciones de vulnerabilidad, evitando exponerlos a situaciones que comprometan su salud y dignidad.