STAFF/Marina Alejandra Martínez
En la sesión extraordinaria de la 76 Legislatura, la aplanadora de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y sus aliados, volvió a hacer valer su poder, votando a favor de continuar la sesión, para aprobar la reforma al Poder Judicial de Michoacán, enviada por el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, pese a un mandato de un juez federal y la férrea oposición de algunos legisladores.
Fueron los diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) y legisladores independientes que intentaron detener la sesión por temor a incurrir en desacato judicial.
Vanessa Caratachea, diputada del PAN, recordó que, existe un mandato judicial para detener la sesión y evitar la aprobación de la reforma.
Su postura fue respaldada por los diputados priístas, Adriana Campos Huirache y Santiago Sánchez Bautista.
«Además, les recuerdo que el artículo 107 de la fracción séptima de la Constitución federal y artículo 262 fracción tercera de la ley de amparo, establece sanciones por el cumplimiento de una suspensión provisional y lo marca la constitución, aquí no es pelea, debemos de hacer las cosas, como deben de ser y la suspensión, deberíamos tener una copia, para conocer porque viene esta suspensión», señaló la panista Caratachea.
La sesión, que inició a las 10 horas, tenía como único punto del día la segunda lectura, discusión y votación del dictamen que plantea la modificación de la Constitución Política del Estado en materia judicial, elaborado por la Comisión de Puntos Constitucionales, Justicia, Asuntos Electorales y Participación Ciudadana.
Fabiola Alanís Sámano, coordinadora de la bancada de Morena, argumentó que, el mandato judicial no tiene precedencia sobre la Constitución nacional, ya modificada en esta materia.
«El amparo no procede frente a una reforma constitucional, es decir, frente a una reforma que ya se tradujo al texto literal en la constitución política de los Unidos Mexicanos, que ya es un hecho consumado, han venido amenazando con el uso coerción, con la cárcel y la inhabilitación, incluso, en que, caemos en desacato, pero, no nos van a amedrentar», defendió.
Con 26 votos a favor, la mayoría morenista aprobó continuar la sesión, ignorando el mandato del juez federal sexto de distrito con sede en Uruapan, que ordenaba detener el proceso.
A pesar de los intentos de los partidos opositores, la sesión transcurrió con normalidad y a puertas abiertas, sin manifestaciones de ningún grupo.