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El Ayuntamiento de Quiroga rindió homenaje a la pionera María Villaseñor Romero de Fuentes, quien hizo historia al convertirse en la primera mujer presidenta de un municipio en México.
En un evento emotivo, encabezado por la actual presidenta municipal, Alma Mireya González Sánchez, celebró el legado invaluable de Villaseñor con la develación de una placa, momento en que se exaltó su visión y determinación que sentaron las bases para un futuro más próspero en Quiroga.
En sus palabras, la actual alcaldesa reconoció las acciones emblemáticas de María Villaseñor Romero de Fuentes, desde la donación del terreno para la primera etapa de la secundaria federal hasta la colocación de la primera piedra del antiguo centro de salud, siendo su compromiso con la comunidad un hecho inquebrantable, así como la adquisición de una ambulancia y un carro de bomberos, que continúan salvando vidas y protegiendo a los ciudadanos.
En ese tenor, se destacó que durante sus dos periodos al frente del Ayuntamiento, de 1972 a 1974 y de 1978 a 1980, María Villaseñor no solo demostró su capacidad de liderazgo, sino que también mostró la fuerza y el impacto que una mujer puede tener en la política y la administración pública, ya que su legado sigue inspirando a generaciones, recordándonos que el cambio es posible cuando se trabaja con pasión y dedicación.
Razón por la que, la presidenta actual, Alma Mireya González Sánchez, subrayó la importancia de seguir el ejemplo de Villaseñor, abogando por una mayor participación femenina en el gobierno. «Cada paso que damos hacia la igualdad y la inclusión es un homenaje a quienes nos precedieron», afirmó González, reafirmando el compromiso del Ayuntamiento con el bienestar de la comunidad, destacando que las mujeres son fundamentales en la construcción de un futuro más equitativo y justo.
Este homenaje, sostuvo Alma Mireya, no solo celebra los logros del pasado, “sino que también nos motiva a seguir luchando por un futuro donde la voz de cada mujer sea escuchada y valorada en el ámbito político. La historia de María Villaseñor Romero de Fuentes es un faro de esperanza y un recordatorio de que, juntas, podemos transformar nuestras comunidades”.
