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El asesinato del empresario limonero José Luis «Tito» Aguiñaga Escalera, ocurrido el jueves 12 de septiembre, desencadenó un paro y protesta en los 24 empaques de limón del municipio de Buenavista. Los empresarios citricultores decidieron suspender actividades en solidaridad con la familia de la víctima y en rechazo a la inseguridad y la extorsión generada por los cárteles.
Según fuentes cercanas al caso, «Tito» Aguiñaga había sido víctima de extorsión y había realizado un pago para evitar problemas, pero aun así fue asesinado por miembros del grupo delictivo «Los Viagras». Un día antes de su muerte, pistoleros habían acudido a su empaque limonero, amenazando a sus trabajadores y amarrándolos.
A pesar del despliegue operativo del gobierno de Michoacán en la región Buenavista-Apatzingán para combatir la extorsión, los casos de violencia continúan registrándose. El fiscal de Michoacán, Adrián López Solís, reconoció que el panorama no es alentador debido a la falta de denuncias y la complejidad de las investigaciones.
Los empresarios citricultores, sin embargo, exigen acción inmediata para acabar con el problema. «No hay muchas vueltas que darle, los gobiernos tienen identificados a los generadores de violencia, simplemente deben ir por ellos», afirmaron.
Mientras tanto, la sombra de la extorsión sigue cobrando víctimas en la región, y la comunidad empresarial y ciudadana clama por justicia y seguridad. El paro y protesta en Buenavista es un llamado a la acción para que las autoridades tomen medidas efectivas para proteger a los ciudadanos y combatir la violencia.
