STAFF/@michangoonga
La industria del iGaming está en pleno crecimiento a escala mundial y, en especial, en territorio mexicano. Este sector, especializado en los juegos que incluyen apuestas, que van desde el casino online hasta los pronósticos deportivos, ha encontrado en el país una situación ideal donde crecer y consolidarse. Se calcula que, en este 2024, el iGaming puede superar la barrera de los 150 mil millones de dólares facturados y que, dentro de cinco años, podría acercarse a los 200 mil. Estos datos se deben a la suma y combinación de una serie de factores en su conjunto.
Para empezar, se tienen que mencionar aspectos demográficos, clave en la buena adopción de algunos mercados. Por lo general, la población mexicana destaca por ser joven y tener formación tecnológica, dos puntos que provocan que este tipo de entretenimiento haya caído de pie desde el principio. De hecho, se apunta a que alrededor de seis personas de cada diez están acostumbradas a jugar online de forma recurrente, algo que, en otro tipo de sociedades, como las menos preparadas para las nuevas formas de consumo, es más difícil de ver.
En la misma línea, no se puede obviar la tradición, algo que juega un papel fundamental en cualquier campo y explica parte de este éxito repentino. Poco o mucho, las prácticas que recogen los casinos en línea ya eran conocidas por la gran mayoría de personas, puesto que se tiene una amplia cultura del juego, empezando por las cartas. Las loterías o las apuestas deportivas son otros dos ejemplos de ello; esta familiarización sobre el funcionamiento de este mundo hace que sea mucho más fácil la adaptación y ganar en popularidad que si se parte de cero.
Una tecnología preparada
México es uno de los países de Latinoamérica que más ha mejorado la conectividad a internet en los últimos tiempos. Si en 2022 el porcentaje de población que tenía acceso a la red estaba en el 70%,cifra muy parecida a la actual en Michoacán, dos años más tarde se alcanza alrededor del 80%. Esto provoca inevitablemente que haya un crecimiento de las actividades online de todo tipo, incluyendo aquellas que proponen un tiempo de ocio a los internautas, especialmente, aquellos que se deciden por los teléfonos inteligentes o smartphones.
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Y es que una de las tendencias del juego en línea pasa por el celular, que adapta la mayoría de sus propuestas y que supone una de las líneas de crecimiento más destacadas. En territorio mexicano, abundan este tipo de dispositivos, llegando a tener tantos aparatos registrados como ciudadanos. Esto hace que sea un lugar perfecto para que esta rama concreta del mercado se termine consolidando y siga siendo uno de los lugares donde poner a prueba la diversificación de la oferta que encontramos en las principales plataformas.
Desde hace algunos años, los casinos online en México ofrecen juegos de todo tipo, desde los más anclados en los clásicos hasta los más innovadores. La tradición de desplazarse hacia un establecimiento físico, propio de grandes ciudades como la capital o Monterrey, ha dejado paso a esta oferta totalmente digitalizada y accesible desde cualquier tipo de pantalla con acceso a la red. Si bien es cierto que todavía hay amantes del formato físico, el virtual va ganando adeptos cada día que pasa y el país es todo un ejemplo de consolidación.
Un enclave estratégico
El país, aparte de tener las bases para que la industria iGaming consiga hacerse un lugar, se ha convertido en un punto estratégico donde las empresas extranjeras se sienten cómodas invirtiendo y desarrollando sus productos. Para empezar, como cosa común en otros mercados, está el hecho de que la economía vive un crecimiento continuo y que entrar a formar parte del mercado no tiene el mismo coste elevado que en otras regiones. A su vez, cabe subrayar la proximidad geográfica con potencias consolidadas como Estados Unidos o Canadá.
Una de las razones de peso es propia del campo legislativo, con la Ley Federal de Juegos y Sorteos. El marco regulador nacional permite a los casinos online y a sus compañías operar siempre que cumplan en materia de seguridad y transparencia, algo que en muchos otros países latinoamericanos no es el caso. Este equilibrio ha ayudado a que el sector lo tenga más fácil para consolidarse, ampliando la base de aficionados, al mismo tiempo que se garantiza el desarrollo de la actividad a los proveedores sin poner demasiadas trabas al crecimiento.
Lo comentado, sumado a una voluntad de apertura a mercados exteriores, ha hecho que en los últimos tiempos sean varias las compañías nacionales que se hayan aventurado a lanzar sus propios productos, pero es de especial mención la llegada de operadores extranjeros, sobre todo, procedentes del norte del continente. Estos han encontrado en México un enclave donde crecer, testar y lanzar en primer lugar sus nuevos juegos en un entorno que les es totalmente favorable, tanto en términos demográficos, como legislativos y tecnológicos.
Retos de futuro
Por ahora, el futuro de esta industria en territorio mexicano parece no tener fin ni estancamiento alguno. Aun así, hay organismos que ya reclaman una legislación adaptada a los nuevos tiempos, que ponga ciertos límites a la competencia entre los distintos operadores y se garantice la total protección de los jugadores como se viene haciendo hasta ahora. El crecimiento de estas prácticas es evidente y, si no se quiere perder el control de cara a los próximos años, debe haber un marco regulatorio que comprenda la situación actual.
Otro aspecto que observar es cómo avanza la tecnología en el mundo iGaming, fundamental para mantener el interés y seguir creciendo. Todo apunta a que se potenciará el celular como dispositivo principal para llevar a cabo estas prácticas, pero también se consolidarán otrasinnovaciones como la inteligencia artificial, el blockchain o los sistemas de pago móviles. Las tres, así como muchas otras que van detrás, pueden cambiar la experiencia del usuario, con todo lo que esto comporta y cuya introducción se debe hacer paulatinamente.