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Este jueves teniendo como escenario las yácatas de Tzintzuntzan, se realizó la tercera de cuatro ceremonias para pedir por las lluvias y el fin de las sequías que azotan al país, auspiciadas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Previamente tres ceremonias parecidas se llevaron a cabo en las zonas arqueológicas El Tajín, en Veracruz, el pasado 12 de mayo; en Trincheras, en Sonora, el 15 de mayo; y ahora tocó en tierras michoacanas.
Ahora en Tzintzuntzan con la participación de graniceros, tiemperos, ahuizotes, teotlaskes, mayordomas y mayordomos, herbolarias y médicas tradicionales se reunieron para llevar a cabo este ritual ancestral para pedirle a Tirípeme Curicaueri (que significa “agua hermosa o divina” o “agua que se descuelga”) y a los cuatro elementos primordiales: el agua, el viento, el fuego y la tierra, para terminar con la temporada de sequía que azota al país y a gran parte del mundo.
Y es que, según la cosmovisión prehispánica, en el interior de los cerros se guardaban el agua, el maíz y las demás riquezas que garantizaban el bienestar de la gente. Este concepción sigue vigente hoy en día.
La cuarta y última ceremonia en este sentido se realizará en Ek’ Balam, en Yucatán, el 26 de mayo.