STAFF/ César Hernández -@CesarHdzNoti
Miles de personas disfrutaron de las expresiones artísticas más tradicionales de Michoacán durante el primer día de la K’uínchekua 2024 realiza en la zona arqueológica de las Yácatas en Tzintzuntzan.
Todo comenzó con una ceremonia P’urhépecha para pedir a las deidades el permiso correspondiente, para dar paso a una explicación del origen de los primeros pobladores de la entidad.
El juego de pelota, Uárhukua Ch’anakua, se hizo presente, con una breve exhibición de uno de los deportes autóctonos michoacanos, dejando rodar la bola cubierta de fuego por el escenario.
La danza de torito de carnaval Ch’ananskua de la comunidad de Jarácuaro hizo su aparición en el magno escenario, en donde se extrañó la presencia de Nana Paula, la michoacana creadora de esta expresión cultural y que a sus 102 años de edad, todavía realizaba los pasos.
Poco a poco se fue desarrollando el programa realizado por el director artístico, Andrés Campos, originario de Zacán y con mucha experiencia en la organización de este tipo de eventos.
Los asistentes de la noche de este jueves se divirtieron con danzas tradicionales michoacanas como los Moros de Zacán, los Paloteros de Puruándiro, la del Pescado Blanco y de Mariposas de Pátzcuaro, Toritos de Carnaval Otomí, los Tsapichus, y la más representativa de la entidad, la danza de los Viejitos de Jarácuaro.
Todos los danzantes se movían al ritmo de la música en vivo a cargo de varias agrupaciones, como la Banda de la Escuela de Ihuatzio, la Banda Sinfónica Infantil y Juvenil del Programa Fomento y Desarrollo de la SECUM, la Banda Juvenil de Tiríndaro.
La mayoría de las regiones de Michoacán estuvieron representadas, como la Tierra Caliente con el Conjunto de Arpa de Apatzingán, los bailadores de Arteaga y los famosos caballos bailadores.
Los pireris, cantantes p’urhépechas, que llevan el rescate oral de la lengua a través de la música, también subieron al gran escenario enmarcado el fondo natural de las Yácatas.
La noche se volvió más espectacular con los fuegos artificiales y la figuras formadas por drones, a la par de la presentación de los artistas, que son los propios pobladores de las comunidades, quienes realizan estas danzas durante los días festivos de su demarcación.
Fueron casi dos horas de emociones, rematado por la aparición de los Kúrpites de Nuevo San Juan Parangaricutiro y después los Tlahualiles de Sahuayo, para hacer inolvidable el momento para el público que se dio cita durante esta primera representación de este año.
Fue todo un éxito la presentación dirigida a los familiares de los danzantes, quienes tuvieron el privilegio de ser los primeros en ver lo que se llevará a cabo durante este fin de semana desde el Pueblo Mágico de Tzintzuntzan.
