STAFF/@michangoonga / Fotos e información tomada de Javier Madaleno

Aunque pocos rastros quedan, pero la capital de Michoacán en su momento albergó una ciudad prehispánica al sur de lo que después fue Guayangareo, luego la Nueva Valladolid de lo que hoy ya conocemos como Gaspacholandía.
Cuenta la historia que en 1977, hace ya 26 años, al momento de expandirse Morelia como ciudad, rumbo al sur, en la loma de Santa María se encontraron varios vestigios de una civilización que al parecer estuvo emparentada con Teotihuacán.
Al respecto según Ramiro Aguayo Haro, arqueólogo del Instituto Nacional de Arqueología e Historia (INAH), Ramiro Aguayo Haro, relató que dicho sitio fue explorado por el INAH en 1974 derivado del constante crecimiento de la ciudad.
En las excavaciones encontraron restos arqueológicos de lo que sería una ciudad bien estratificada, con vestigios de entre los siglos IV y V d. C. Se hallaron además restos humanos enterrados en recintos mortuorios.
Aguayo Haro explicó que la cultura instaurada en la Loma de Santa María no coinciden con aquella etnia conocida como Pirindas como en principio se pensaba, y que fueron de los primeros pobladores en asentarse en el Valle de Guayangareo.
Tras examinar los hallazgos encontrados en lo que hoy viene siendo “la súbida” de Santa María encontraron ofrendas que presentaban tributos con cuchillos de obsidiana y navajillas prismáticas que son más características de la cultura teotihuacana.
Sin embargo, no se sabe a la fecha qué pasó con esos descubrimientos y por qué zona arqueológica no fue conservada en su momento para poder ser hoy admirada.