STAFF /César Hernández @CesarHdzNoti
El sismo del pasado 19 de septiembre, agarró desprevenidos a todos, en especial al gobierno de Michoacán que encabeza Alfredo Ramírez Bedolla, ya que no se vio una clara estrategia para atender la situación.
La desinformación de lo que realmente pasaba en Coalcomán, Chinicuila, Aquila y Coahuayana, fue una constante entre los funcionarios del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla.
Muestra de ello es que los apoyos llegaron dos días después a la Sierra Costa de Michoacán, a pesar de que el mandatario estatal acudió desde el primer día a la zona.
Otra situación que evidenció la falta de estrategia y comunicación entre las dependencias es el desconocimiento de los funcionarios respecto a la situación de las carreteras, principalmente la que comunica Coalcomán con Aquila.
La anterior vialidad presentaba varios derrumbes, lo que en su momento retrasó la llegada del camión que llevaba las despensas del DIF, contradiciendo lo que informó el titular del Instituto de la Vivienda del Estado de Michoacán (IVEM), Roberto Andrade Fernández.
En entrevista realizada el pasado miércoles en Boca de Apiza, perteneciente al municipio de Coahuayana, le cuestioné que si el motivo de la tardanza de las despensas era la situación de los caminos y contestó:
“Aunque no es mi tema, con mucha claridad, yo he revisado e incluso para los traslados hacia acá, ya es posible llegar desde Morelia vía Coalcomán, esta ruta ya es posible llegar”
El director general del IVEM, aseguraba que ya estaban libres de obstáculos las carreteras, cuando no era así, ya que un día antes recorrimos la ruta y existía un gran derrumbe kilómetros antes de llegar a Aquila.
Al preguntarle por dónde había llegado hasta Coahuayana, respondió:
“Yo me vine por acá por Columba porque venía tarde y era importante llegar en la noche”
Lo anterior demuestra que no existía coordinación entre las diferentes áreas del gobierno de Bedolla, ya que la ayuda para los pobladores la enviaron por la vía más complicada y los funcionarios de forma separada por la autopista Guadalajara-Colima.
Este es uno de varios casos en los que se vio la falta de coordinación para afrontar un desastre, y que las familias de la Sierra Costa de Michoacán se encontraban desesperadas por no ver una actuación rápida.
La desinformación fue una constante durante los primeros días, a tal grado que el mandatario estatal aseguraba que no había poblaciones incomunicadas y que al menos la cabecera municipal de Aquila, y la comunidad de La Placita, contaban con señal de celular, cuando no fue así.