STAFF /César Hernández @CesarHdzNoti
El atentado terrorista de la noche del 15 de septiembre del 2008 en Morelia, sigue marcando un precedente en México, un hecho que la sociedad no olvida.
La justicia aún no llega a las víctimas, ya que no existe una verdad histórica, y año con año tienen que luchar para hacerse visibles ante las autoridades.
Para Ángel, quien estuvo presente con su familia, es tiempo de seguir adelante, pero no es tan sencillo olvidar el horror que vivió durante las fiestas patrias, hace 14 años.
“La justicia solamente ellos saben, en su derecho, ellos son los que pueden hacer justicia”, manifestó durante la entrevista realizada esta mañana durante el acto conmemorativo realizado en la Plaza Melchor Ocampo.
Cada uno tiene una historia, pero todos coinciden en que es un momento que cambió la vida de todos, incluso a las propias autoridades.
María de Jesús, quedó en silla de ruedas, sin una pierna, lucha día con día para ser reconocida y que su pensión cambie, ya que su situación es diferente.
“Tenía el pie cuando dimos el dictamen, ahora ya no lo tiene, ahora hay que ver la movilidad de su pensión”, recalcó.
Para Hugo Michel, lleva consigo las heridas físicas de dos esquirlas, una en la pierna derecha, y otra cerca de su ojo izquierdo, mismas que van dañado, pero la herida más complicada y que aún sigue en recuperación es la psicológica.
“Venía con mis primos, y con mis tías, en total fuimos 6 los afectados directamente de mi familia”, explicó.
Él tenía 14 años cuando vivió la pesadilla de ver a sus familiares y amigos angustiados, ensangrentados, víctimas de la granada de fragmentación arrojada a la multitud frente a Palacio de Gobierno en la capital de Michoacán.
Con visible sufrimiento, cada uno cuenta la historia que les dejó una marca de por vida, buscando superar ese momento con la ayuda de la sociedad y desean que no se vuelva a repetir.
En esta ocasión se vieron menos víctimas presentes en el evento organizado por el gobierno del estado, cada vez menos emotivo, con menos palabras de aliento por parte de los funcionarios.
Así se llevó a cabo esta conmemoración, con la bandera de México a media asta y con un arreglo floral en el lugar que se llenó de sangre, para recordar los 8 muertos y 132 heridos, en dos puntos del Centro Histórico de Morelia.