STAFF/ Victoria Avalos – @VicPizarnik / Felipe Trujillo-@_FelipeTrujillo / César Hernández @CesarHdzNoti
Con una tradición de más de 50 años el gastronómico de San Agustín en el primer cuadro de la capital michoacana, sigue alimentando a turistas y morelianos con una gran variedad de antojitos mexicanos, pero sin lugar a dudas, las enchiladas michoacanas son uno de los platillos estrella de la variedad que te puedes encontrar en este lugar.
Desde que llegas a las cercanías del lugar te inunda el olor a chile hecho a base de guajillo, trayendo a tu mente el tradicional platillo michoacano, las enchiladas, son su pollo, papas, zanahorias, queso y crema, eso sí, vas a poder encontrar variantes entre sí llevan repollo o lechuga, cómo mejor lo prefieras.
Para que te des una idea cómo son estas enchiladas que venden en San Agustín, te explicamos, son órdenes con cuatro enchiladitas hechas con tortilla normal que puedes encontrar en cualquiera que vendan de «a máquina», pueden ir rellenas de queso y cebolla o de algún guiso como picadillo, deshebrada, o pellito desmenuzado.
Pero además de esas delicias bañadas en salsa de chile guajillo también puedes degustar de pambazos, quesadillas, tacos dorados, pozole, tostadas, tamales, buñuelos, y para beber y acompañar la comida, hay atole de varios sabores, café de olla, aguas frescas y refrescos, todo esto en el antes llamado Mercado de Comida, lugar en el cual puedes encontrar una muestra de la gastronomia michoacana.
Y para que no nos digan, para que no nos cuenten, nos dimos una vuelta con el equipo changoonguero con la misión de cenar con no más 100 pesos por persona en pleno Centro Histórico de Morelia, y como ya era tarde noche, al rededor de las 7:30 y 8:00 de la noche, las personas comenzaban a llegar a buscar que degustar, pronto vimos que más cerca de las 9 es cuando las personas se encuentran remojando los bigotes en varios antojitos.
Primero, para que no nos pasara como a los turistas que “enchilaron” con unas enchiladas carísimas de París, pero compradas en el Pueblo Mágico de Pátzcuaro, preguntamos los precios.
Nos dimos cuenta de que cada uno de los puestos de comida tenía sus cartas con los productos y costos, y no había sorpresas, pero vaya que nos dejó impresionados que es tanta la destreza de las cocineras, pues en cuestión de minutos logran tener preparados los platos, además de que los sirven súper rápido.
Pedimos unas enchiladas placeras clásicas, acompañadas con una pieza de pollo, en este caso pedimos un muslo, a un precio de 80 pesos y un vaso de agua de horchata por 15 pesos, por lo que nos gastamos menos del presupuesto asignado por persona.
También vimos que podíamos gastar menos y por las mismas enchiladas, de cuatro piezas, con verdura y quesito, pero sin pollo, esto por 50 pesos.
Había más variedad y decimos probar, por lo que ordenamos unas rellenas, con un precio de 80 pesos, la orden de cuatro, y su agua fresca.
De esta forma comimos y bebimos, tres personas y pagamos un total de 255 pesos, y todos quedamos satisfechos.
Así que, misión cumplida, sí se puede cenar rico y por menos de 100 pesitos en la capital michoacana, y lo mejor es que tenemos de dónde escoger y no tenemos por qué limitarnos en ir a un lugar y a otro para ver quién tiene la mejor oferta.