STAFF/@michangoonga
Si tienes antojo de unas enchiladas bien sabrosas pero no quieres lanzarte hasta Pátzcuaro y mucho menos gastarte 800 bolas en unas que ni traen pollo, pues Doña Angela nos enseña como armarnos unas poderosas enchiladas al puro y mero estilo Michoacán, con ingredientes frescos y baratitos, ahorrándote lo de la gasolina y evitando los precios elevados.
Doña Angela, una cocinera michoacana que tiene su ya reconocido y famoso canal de YouTube «De Mi Rancho A Tu Cocina», nos enseña cómo prepararnos unas enchiladas, con nuestras propias manitas y con la carne que quieras, en este caso pollo, un clásico.
Lo que necesitamos es una lechuga fresca, chiles guajillos, papas, zanahorias, cebolla, ajo, queso, chile serrano, jitomate y que no nos falte el pollito para acompañar las enchiladas, y claro, obviamente no podían faltar las tortillas hechas a mano en comal.
Primero se tienen que poner a cocer los chiles guajillos, así como los jitomates y chiles serranos para la salsa. Una vez puesto esto a cocer, se procede a pelar las papas y zanahorias, el perfecto acompañamiento de las enchiladas clásicas, y se pican en cuadritos para poder degustar cada pedazo en tu boca.
Una vez que los chiles guajillos se ablandan, se retiran del fuego para evitar que se amarguen y mientras tanto, puedes aprovechar para picar la lechuga y la cebolla para después combinar esta última con el queso.
Ya que tengas todas tus verduras y complementos listos, se licúan los chiles guajillos con un poco de agua, ajo, sal y orégano.
Ahora pasamos al pollo, previamente cocido, y lo freímos durante unos minutos para que agarre colorsito y sabor, después, en ese mismo aceite colocamos las papas y zanahorias con un poco del chile molido para que tomen ese saborsito ahumadito y color rojo.
Y ya por último, remojamos nuestras tortillas en la salsa de chile guajillo para proceder a aventarlas al sartén y saborearnos ese magnífico platillo por menos de 810 pesos.
Y listo, ya estás preparado para poder hacerte unas enchiladas a tu gusto y como tu quieras, desde la comodidad de tu rancho o casa, sin necesidad de hacer fila o pasar malos ratos en ciertos puestos que no dicen precios.
