STAFF/Miguel Ángel Santos – @sanmiguelinsan
Sin poder parar sus actividades para evitar daños en su propiedad, los balnearios de Huandacareo tuvieron que seguir trabajando como si tuvieran las puertas abiertas a los visitantes a pesar de que por la pandemia de COVID-19 se tuvieron que suspender los servicios, lo que les provocó pérdidas por hasta 7 millones de pesos a los propietarios, lo que tuvieron que subsanar vendiendo propiedades.
En rueda de prensa junto a la diputada Julieta Gallardo Mora, Omar González Campos, del Balneario Agua Caliente, indicó que las pérdidas por empresa fueron de entre 6 y 7 millones de pesos por cada uno de los dos años que ha durado la pandemia.
«Tuvimos que seguir trabajando porque hay que darle mantenimiento a las albercas para que no se manchen, no se revienten. Mantenimiento a las áreas verdes o jardines para que de alguna manera no desaparezcan. Limpieza a los sanitarios ahora que de alguna manera estén en condiciones cuándo se reactivarán estos servicios. (…) Las perdidas oscilaban por empresa entre los 6 y 7 millones de pesos anuales, muchos tuvieron que vender algunas propiedades para poder sanear estás situaciones.» declaró el empresario.
Esto debido a que aún con las puertas cerradas tuvieron que mantener el trabajo, así como a su plantilla laboral integra con el objetivo de seguir trabajando, lo que declararon fue desgastante debido a que no tenían visitantes.
«Con puerta cerrada seguíamos trabajando, por ello teníamos que continuar con nuestra plataforma de mano de obra, trabajando y operando como si estuviéramos abiertos al público. Esto fue desgastante, tocamos puertas para que se nos apoyará, no fuimos los únicos, pero si fuimos muy castigados en este aspecto.»