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El Estafador De Tinder Vers. Morelia: Chica Comparte Como Un Vato La Endeudó Con Engaños

Caras vemos estafadores no sabemos… Itzel G. decidió contar su historia en redes sociales misma que se ha viralizado pues se parece mucho al caso de Netflix que recién se ha popularizado sobre un sujeto que se dió la gran vida en base de engaños a mujeres

STAFF/@michangoonga

¿Te imaginas prestarle a una persona de todas tus confianzas 10 mil pesos… ¿y acabar debiendo 200 mil varos? “Hola amigos qué tal? El día de hoy me decidí a hacer público un problema que tengo desde hace ya un par de años” es así como empieza la historia que compartió en un post de Facebook Itzel G. la cual ya suma más de mil comparticiones y otros tantos comentarios.


La misma denunciante se comunicó con este medio para conocer su caso y darlo a conocer, y toda vez que involucra a un servidor público se ha determinado compartir su historia a manera de prevención, respetando identidades:
“Aprovechando que se hizo tan viral el caso del Estafador de Tinder lo pensé y lo pensé pero al final me decidí y dije -esta es mi oportunidad- y pues bueno…les presento mi caso versión mexa (en pesitos”, es la razón que esgrime Itzel por la que se decidió a compartir su amarga y costosa experiencia que sirvió para que un sujeto se diera la gran vida y ella se quedará con una gran deuda.


Y todo se lo debe a José Humberto N. mejor conocido como Beto B. Un chavo que fue su pareja por un espacio de dos años, terminaron en buen plan su relación, y posteriormente se hicieron buenos amigos “pudimos entablar una relación de personas maduras, adultos sin rencores, (pobre ilusa)” de lo cual el presunto deudor se aprovechó para echar a andar un maquiavélico plan que constó de engaños, mentiras, promesas incumplidas y un desfalco más grande que la afectada aún no puede costear.


Un estafador con mentalidad de tiburón


La historia del desfalco comenzó a gestarse en 2018, aprovechando que, siendo los dos de Morelia se fueron a vivir a la CDMX por separado y por motivos laborales. De ahí, aprovechando la confianza, Beto B. comenzó a compartirle “problemas personales” que más bien al final fueron puros cuentos falsos para apelar a la sensibilidad de su presunta víctima.


Y es que mientras Itzel laboraba en casinos, Beto presumía un buen trabajo en la Cámara de Diputados como asesor legislativo, y la estafa comenzó así según el testimonio de la afectada:


“Yo tenía un crédito pre aprobado vía nómina por la cantidad de $165 mil pesos, crédito que en mi vida iba a aceptar si no tenía los recursos para pagarlo, entonces dicho esto continúo, un día por la noche el susodicho me envió un msj pidiéndome dinero prestado con el pretexto que por todo el relajo político que había tenía problemas con el pago de sus nóminas y por ende no tenía para comer, para pagar la renta, para pagar gastos de la casa, para nada…”.


Itzel apunta que hubo toda clase de mentiras para engatusarla “incluso se llegó a inventar que lo habían corrido de la Cámara (esta excusa la verdad no recuerdo exactamente en que punto de la historia la metió, pero es importante mencionarla) entonces yo tenía dinero ahorrado y le presté para que pudiera salir de los pedos que se le estaban presentando, el problema era que yo trabajaba por las noches y estaba ocupada cuándo me contactó y me dijo que le urgían y yo INGENUAMENTE le pasé mis claves para que se realizará la transferencia, y aquí inicia mi trágica y desgarradora historia…”.

Y aquí fue cuando Beto B al parecer descubrió la posibilidad de cometer el desfalco en contra de su amiga y ex pareja abusando totalmente de su ingenuidad y confianza:


“Habíamos quedado que se iba a transferir $10,000 pero a la mera hora se transfirió $11,000; total, no había problema por eso, pasaron un par de días y me vuelve a contactar para decirme que el día que se metió a mi banca electrónica a realizar la transferencia había visto el crédito que tenía pre aprobado que ya les mencioné. Anteriormente (me dijo) que si podía agarrar otros $10,000 de ahí para no verse tan “apretado”, todo me lo iba a pagar en la quincena, yo creí conocerlo y JAMÁS me cruzó por la mente el plan maquiavélico que este sujeto ya estaba armando en su cabeza con ese dinero”, y entonces aquí comenzó el quiebre con una serie de actitudes y comportamientos extraños.


Beto viaja a Las Vegas


Itzel se dió cuenta, días después de préstamos, que Beto se fue de viaje a Las Vegas lo cual le saltó bastante pues, ¿Cómo era posible que una persona que se decía en apuros económicos se daba ese lujo, para además disfrutar de un concierto del DJ Tiësto?


“Me dijo que no gastó nada porque claro que influyente y tiene amigos allá que pagaron TODO. No la seguí haciendo de pedo porque el muchacho iba corriente con sus pagos entonces pues meh, qué más da lo que haga con su vida pero los préstamos siguieron al pie del cañón mes tras mes y para no alargarles más el cuento entre “cachitos” de dinero me sacó alrededor de $50,000. Y ustedes dirán -amiga pero por qué seguías prestándole dinero? Hubieras parado- jaja, el muchacho iba al corriente con sus pagos e ingenuamente nunca creí que me fuera a hacer lo que me hizo..”


Es decir, Beto fue haciendo que Itzel le fuera prestando “piquitos” de dinero de ese gran préstamo al cual ella tenía acceso, pero el presunto estafador ya ocupaba cantidades más grandes pues tenía un viaje por Europa planeado pero sin dinero:


“…Que me dice que tenía un viaje a Europa que ya estaba “pagado” (pues si wey, ya lo había pagado en su mente con mi dinero) pero pues al muchacho ya lo habían corrido de Cámara porque el nuevo gobierno entró el 1 de diciembre del 2018 y le retuvieron TODAS sus prestaciones SUPERIORES A LA LEY, claro que si porque funcionario público, junto con su liquidación y le iban a pagar todo ese dinero junto en enero pero su viaje era para finales de diciembre y que me pide el “resto del crédito” para poderse ir a su viaje supuestamente ya pagado jajaja. Este wey yo creo dijo -lo que me corresponde por ley no es lo que merezco- y tras aquí encontró a su pendeja para que le diera lo que le faltaba. Y pues así fue hermanos, le di el 100% de un crédito que nunca creí solicitar para mi propio beneficio”.
Que ya debes más de $200 mil…


Entonces la cruda realidad golpeó a Itzel al darse cuenta de que la deuda ya rebasaba los 200 mil pesos, siendo un dinero que ella ni había tocado ni absoluto disfrutado, pero que sirvió para que su “amigo” se diera la gran vida:


“Cuándo revisé mis estados de cuenta me di cuenta que el crédito final (que fue el grande) fue por $155,000 no entiendo porqué el banco lo manejó de esta manera, si ya había tomado supuestamente de ese crédito al rededor de $50,000 yo tenía en mente que iba a ser el préstamo por alrededor de $115,000 pero vaya sorpresa que me llevé, ya tenía una deuda de más de $200,000”.


Después de eso, relata Itzel, “comenzaron las moras, las supuestas prestaciones nunca llegaron y la liquidación pues menos porque resulta que al muchacho lo re contrataron y pues que al último no perdió su trabajo y por casi un año (porque fue el tiempo que lidié con todo ese problema yo sola) viví al borde del estrés y con un desgaste emocional nivel Dios luchando porque me pagara».

«No entraré más en detalles porque esto ya está demasiado largo pero para concluir esta triste historia diré que es fecha que no recibo de él $1 para ese préstamo, el cuál no está ni cerca de lo que era debido a los intereses (porque yo no he abonado desde entonces nada a esa deuda) pero claro que me desterró de su vida, me bloqueó de Facebook, WhatsApp, Instagram, Twitter y no solo a mi, si no a todo mi círculo social y a toda mi familia, porque obvio la involucré ya que de dónde diablos iba a sacar yo más de $200,000 siendo una chamaca tonta de 26 años ganando $3 mil en una de las ciudades más caras para vivir del país, me estaba llevando diosito con el de la acumulación de estrés que traía; trataron de ayudarme pero el cobarde solo desapareció y desgraciadamente nada se pudo hacer porque “yo acepté el crédito”.

Ya me resigné, no va a pagar

Ante lo cual, Itzel concluye su relato de manera resignada -de que Beto no pagará su deuda- pero la comparte para evitar que otras personas y sobre todo mujeres caigan en este tipo de engaños, y sepan leer las señales de alerta que ella no vio todo por ser una mujer confiada y buena amiga:


“Y júzguenme de estúpida si quieren amigos pero soy de las personas que si me necesitas y está en mis posibilidades ayudarte lo voy a hacer de todo corazón, creo que eso nunca va a cambiar, solamente y por supuesto seré más cautelosa al respecto”.


Y culmina su historia “4 años después no tengo esperanza de que me pague $1, ya me resigné y me hice a la idea de que si quiero salir de ese problema tengo que buscar una solución yo sola, y así será porque afortunadamente soy bendecida por Dios que nunca me ha dejado sola con todo este lío, así que si amigos, este fue el precio “literal” de mis malas decisiones”.

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