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Un nuevo escandalito por otra “casita” se le avecina al presidente Enrique Peña Nieto luego de el diario estadunidense The Wall Street Journal (WSJ) en su versión electrónica publicó un reportaje en el que revela que a finales de 2005, el mandatario nacional compró una propiedad en un club de golf en Ixtapan de la Sal a un contratista que posteriormente ganó contratos con la administración estatal en el Estado de México.
Documentos analizados por el diario refieren que Roberto San Román Widerkehr, vendedor de la residencia y que desarrolló ahí un club de golf, tienen una firma de construcción que llegó a ganar más de 100 millones de dólares en contratos, para obras públicas durante la administración de Peña Nieto como gobernador del Estado de México del 2005 al 2001.
Señala ademàs que desde que Peña Nieto se convirtió en presidente en el 2012, la firma de San Román ha ganado al menos 11 contratos federales por un valor de unos 40 millones de dólares, según registros gubernamentales, “convirtiéndose así en un competidor nacional con negocios en varios estados. Antes de que peña Nieto llegara al poder, la compañía nunca había ganado un contrato directamente del gobierno federal”.
Dicha propiedad está registrada en la declaración patrimonial del mandatario federal, adquirida en el 27 de diciembre de 2005 con 850 metros cuadrados de construcción y pagada de contado por cinco millones 611 mil 195 pesos.
La declaración patrimonial de Peña Nieto fue actualizada el 14 de mayo de 2014 y publicada posteriormente el 19 de noviembre del mismo año.
Eduardo Sánchez, vocero de la Presidencia, negó al WSJ que exista alguna relación entre a transacción privada de la casa en Ixtapan de la Sal y el éxito del contratista para ganar contratos e indicó no representa ningún conflicto de interés.
Sánchez expuso que el presidente compró la casa como es “escapada” de fin de semana en una ciudad que es conocida por su clima suave.
En tanto que la familia de San Román no respondió a la petición del diario estadunidense de hacer comentarios al respecto, Roberto San Román murió en 2010, tras lo cual su hijo tomó el mando del negocio.