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En medio de críticas y señalamientos ante la exhibición de casos de muertes de animales en circunstancias no debidamente aclaradas, el Zoológico de Morelia presume tener “una alta tasa de reproducción en la especies que alberga” luego de que en el año se han registrado 20 nacimientos.
Sin embargo el viernes pasado no ocurrió un ejemplo de ello pues por el contrario, una deficiente atención veterinaria causó la muerte de un antílope y su cría a punto de nacer, lo cual fue documentado por testigos presenciales y publicado por este medio, al cual por cierto aún no responden los directivos del parque respecto de una entrevista solicitada.
Ante críticas vertidas por algunos animalistas como la académica Rosario Herrera sobre el deficiente manejo de las especies albergadas por el parque, mediante comunicado, el zoológico de la capital michoacana presumió la veintena de nacimientos, como “el caso de 2 Lemur Cola Anillada, los cuales son muy importantes para el parque, ya que se encuentran en peligro de extinción y hacía más de 10 años que no se tenían nacimientos de esta especie, el año pasado se dio sólo uno y en estos primeros meses de 2015, ya se duplicó la cantidad.
También se dieron 2 nacimientos de Búfalo de Agua, 2 Borregos de Berbería, 1 Dromedario, 2 Borregos Damara, 2 Antílopes Cuello Negro, 2 Borregos Muflón y 1 Llama.
La reproducción en cautiverio del Mono Araña es muy complicado y este año se registró un nacimiento, que los visitantes pueden admirar en la nueva zona de Primates de menor tamaño, ubicada en la parte norte del zoológico.
El Antílope Orix Cimitarra, es sumamente valioso, ya que esta especie se encuentra extinta en vida silvestre y ya se presentó un nacimiento en Parque «Benito Juárez».
También se dio el nacimiento de 1 Antílope Lechwe, especie que se encuentra amenazada de extinción, y 3 Canguros Gualarú, que están aumentando su índice de reproducción”.
Cabe reseñar que otro asunto pendiente del parque es la recuperación de al menos cinco animales salvajes,entre ellos un hipopótamo en peligro de extinción, vendidos en la administración de Fausto Vallejo quien antes de dejar la gubernatura ordenó su retorno.
