César Hernández /@CesarHdzNoti
Gracias a la intervención de Don Vasco de Quiroga, los pueblos originarios de Michoacán comenzaron a realizar diferentes oficios, uno de ellos es la confección de textiles, tras introducir el telar en la región de Pátzcuaro, indicó David Martínez, artesano.
Mientras nos mostraba parte de la elaboración de un colorido rebozo, explicaba que aprendió este arte desde los 12 años, gracias a su herencia familiar y al empleo que les ofreció un empresario local.
David mencionó que usan diferentes telares, dependiendo del ancho de la tela, pero uno de ellos es muy especial ya que tiene más de 100 años, mismo que tienen en exhibición en la tienda ubicada a unos metros de la Plaza Don Vasco.
Continuaba activando el mecanismo, con sus manos y los pies, dando a conocer el funcionamiento de la rudimentaria pieza, señalando que en ella hacían los rebozos, explicando que alguna vez realizó 12 piezas en dos días.
El artefacto se veía desgastado en su estructura, la madera un poco apolillada, en algunos puntos unida con alambres, pero al verla funcionar trabajaba de forma suave y armoniosa.
Al inicio pensé que el telar únicamente estaba para la contemplación, como si se tratara de una pieza de museo, hasta que tomó una de las cuerdas para comenzar la magia del tejido, los hilos multicolores se iban uniendo para formar la textura de la prenda tradicional michoacana.
David señaló que lleva más de 47 años realizando este arte usando hilos mexicanos de distintas calidades, en el que además de rebozos, crean cobijas, manteles, y otros textiles.
