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Matthew Taylor Coleman, el estadounidense que mató a sus dos pequeños hijos en California, para después entregarse a las autoridades, dijo haberlo hecho ‘para salvar al mundo’.
El fiscal de Baja California, Hiram Sánchez Zamora, informó que el pasado miércoles 11 de agosto, el estadounidense se entregó a las autoridades en la entrada de San Ysidro, en Tijuana, cuando intentaba cruzar la frontera entre México y Estados Unidos.
Trascendió que Matthew declaró ante la Corte Federal de los Ángeles, California, que su hija de un año y su hijo de 3, ‘eran unos monstruos’.
Además dijo que sus pequeños tenían ADN de serpiente, el cual se los había trasmitido su madre, de lo cual se dio cuenta al ser ‘iluminado por teorías de conspiración de QAnon e Illuminati’.
El pasado 7 de agosto, el también surfista, llegó a un hotel ubicado en Rosarito, California acompañado de sus dos hijos, para posteriormente abandonarlo en la madrugada.
Horas más tarde, los cuerpos de los niños fueron localizados entre matorrales en las inmediaciones del rancho El Descanso.
De igual forma, el hombre señaló que asesinó a sus hijos al dispararles con una pistola submarina en el pecho, también los apuñaló en varias ocasiones con una estaca, hasta dejarlos sin vida.
Las autoridades de Baja California informaron que la niña recibió 12 puñaladas y el niño 17.
El padre de los menores reconoció que lo que había hecho estaba mal, pero argumentó que «era la única forma de salvar al mundo».
Agregó que tuvo varias visiones y señales que lo orillaron a cometer el homicidio.
Los cuerpos de los menores permanecerán en territorio mexicano, hasta que el Consulado de los Estados Unidos en Tijuana concluya con los trámites pendientes.