Hechos Y Deshechos…Morena refrendó municipios claves como Apatzingán
Han pasado tres semanas de la elección del 6 de junio, y el sabor del triunfo en aquellos municipios en los que, al principio hicimos un cálculo favorable a sabiendas del potencial que cada candidato poseía, ya sentaron un precedente.
By: Javier Lozano
Quizá donde no cuadraron los pronósticos del resultado— fueron en la capital del estado— en la que Morena perdió; prefirieron jugarla con Iván Pérez Negrón que con Carlos Torres Piña o el propio Juan Carlos Barragán que nunca encontró oponente en su distrito.
En general, Morena ganó municipios claves en el padrón electoral, aunque, en particular, dejó ir Morelia. No obstante, obtuvo triunfos en Uruapan, Lázaro Cárdenas y Apatzingán; especialmente este último, se amplió mucho el interés porque se trató de una participación consecutiva, en otras palabras, de una reelección.
En lo político, en un triunfo para Morena porque refrendó el buen trabajo que se efectuó en aquella demarcación; y, en lo particular, una conquista más para el desempeño de su abanderado, José Luis Cruz Lucatero. En ese sentido, se creía y siempre se pensó que, con él al frente, la alcaldía se ganaría y finalmente la consiguieron.
El fenómeno del Lopezobradorismo sigue extendiéndose; más, cuando se ganan dos veces de forma consecutiva y, con la capacidad de un solo candidato, una estructura, y un dominio relevante que demostró fuerza y poder de convocatoria en todos los sectores de la población con una característica común: trabajo y operación territorial.
Es más, no se ganó con la votación de hace tres años no por causas ajenas, sino porque en esta contienda se dividió mucho la voluntad. A pesar de que fue un voto cruzado, en esta misma participación destacaron aquellos que mostraron organización, eficiencia y confianza entre los pobladores; además, esa distancia fue muy favorable en el porcentaje de ventaja. Casi una aportación de 2 votos a 1 en favor de José Luis Cruz Lucatero.
Cualquiera que observe detalladamente este resultado, podrá sacar sus propias conclusiones. Lo que sí es un hecho, es que trascendió en todo el estado. Ganar una elección interna, concursar y vencer, es triplemente meritorio; habla de un potencial y un capital político estratégico para responder a las demandas de competencia general.
Ya lo señaló el propio presidente en conferencias mañaneras: solo el pueblo es sabio y tiene la decisión. En realidad, son pocos los que lograron esa hazaña; no fue fácil porque repito, el efecto de hace tres años no fue igual sino caso contrario, fue diferenciado en el resto de los espacios que estuvieron bajo la designación del sufragio popular.
Insisto, muy pocos refrendaron ese arrastre de hace tres años. Se confirmó en Parácuaro y en Apatzingán. Morena gobierna y administra los despachos municipales en ambos municipios y con los mismos perfiles que encabezaron hace casi tres años la elección en 2018.
Esa coincidencia en la participación electoral, permite abrir nuevos escenarios para dentro de tres años. La constitución no posibilita otra reelección por tercera ocasión, pero sí, promueve claramente el camino hacia novedosos horizontes desde el legislativo estatal o federal en los que, con eficaz capacidad, pueden llegar José Luis Cruz Lucatero sin ningún problema.
Sería incorrecto poder improvisar en algunos otros distritos locales y federales donde Morena obviamente decidió muy mal. Puso cartas que pretendía contender sin crédito ni liderazgo, y se perdió; este ejemplo se puede sentir palpable en el referente que, otra vez más, despachará la alcaldía en Apatzingán donde Regeneración Nacional acertó.
Se trata de José Luis Cruz Lucatero: personaje que juega un rol protagónico en aquella región del valle. Es cierto, hay un largo camino, aunque, en ese trayecto, hay una fase de consolidación y simpatía de la sociedad que, al final de cuentas, es la que decide en la encuesta como mecanismo de definición en Morena, captada por la confianza y arrastre de la clase política y en función de un adecuado desempeño.