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“Pienso que fue como respirar por un día.”, señaló el representante del Papa Francisco, Franco Coppola, Nuncio Apostólico en México, sobre su visita a Aguililla Michoacán en medio de un ambiente de inseguridad que se vive en el municipio por las disputas entre cárteles criminales.
En entrevista con Joaquín López Doriga, el nuncio declaró que si bien con su visita no se resuelve la situación, al menos la población tuvo al menos durante un día la oportunidad de tener las carreteras libres para poder abastecerse de lo necesario para sobrevivir, debido a que la ciudad ha estado sitiada por los grupos criminales quienes bloquean las salidas.
“Claro que no pretendía mi visita resolver la situación, no pues no, no tengo ninguna pretensión de ese tipo, pero darle la posibilidad de respirar por un día a este pueblo que estaba bloqueado, que no tenía ni siquiera la posibilidad de abastecerse de las cosas necesarias por la vida. Por un día tuvo la carretera Apatzingán – Aguililla Libre y me imagino que los comercios, los comerciantes y la gente que se encarga del abastecimiento aprovechó para que Aguililla tenga algo más para sobrevivir y seguir adelante.”, indicó el nuncio Franco Coppola.
Ante la pregunta de si tuvo miedo por su vida durante la visita al municipio michoacano, indicó que no, pues su integridad está en manos de dios y que será sólo él quien decida cuando se lo lleva y que de nada servirían las
“No, eso de verdad no, porque desde que nos hacemos sacerdotes ponemos nuestra vida en manos de dios y como digo siempre “él decide cuándo va a llevarnos, nadie más, solo él”, entonces me contento de hacer como puedo su voluntad, después él que decida. Por más precauciones que pueda yo tomar, si él decide que me va a llamar, me va a llamar si me muero, no hay posibilidad de defenderse”, indicó Franco Coppola.
Además, indicó que las autoridades y la población de Aguililla entendieron que su visita era completamente humanitaria, para hacer sentir que la iglesia está con ellos en esta situación de inseguridad que se vive en el municipio.
“Si él decide que yo me quedo no habrá nadie que pueda matarme, si él quiere que yo me quede. De alguna manera estaba también tranquilo que las autoridades, las personas entendiendo la razón de mi visita que es una razón únicamente pastoral humanitaria. Hacer sentir a este pueblo la solidaridad la presencia del resto de México y la presencia a su lado.”
