CinemaDude…Judas Y El Mesías Negro
Fred Hampton fue ejecutado extrajudicialmente por la policía mientras dormía en su departamento. Tenía 21 años y era el líder de las Panteras Negras
By: Héctor García Ramírez
En el año de 1971, Fred Hampton fue ejecutado extrajudicialmente por la policía mientras dormía en su departamento. Tenía 21 años y era el líder de las Panteras Negras en el estado de Illinois. El asesinato fue posible gracias a William “Bill” O’Neal, jefe de seguridad del grupo subversivo quien era un informante encubierto del FBI.
O’Neil es un cobarde y un valiente al mismo tiempo o, mejor dicho, dependiendo de la situación. Para evitarse una estancia de varios años a la cárcel, asume el riesgo de infiltrarse en las Panteras Negras, unas veces huye del peligro inmediato, otras, arriesga la vida para cumplir su cometido, el cual, conforme avanza la trama, parece quedarle cada vez menos claro. ¿Será que se está los discursos del carismático Hampton lo están convenciendo? Lakeith Stanfield lo interpreta de forma casi perfecta: un individuo nervioso, paranoico, egoísta, en un estado de incertidumbre constante. Lo mejor está en los detalles de su trabajo: la manera en que se pavonea, cómo trata a los meseros, sus instantes de arrogancia, sus dudas, que transmite a través de la expresiva mirada del actor. Un judas complejo que improvisa sobre la marcha mientras es objeto de las circunstancias que escapan a su voluntad: clase, raza…
Frente a este individuo lleno de inseguridades que parece moverse solo por su instinto de supervivencia, está Fred Hampton, el mesías. Confiado orador nato que parece estar soltando discursos todo el tiempo, con formación política y consciencia de clase, comprometido con su causa. Daniel Akuulaye hace un gran trabajo interpretándolo, aunque, claro está, su papel es más sencillo que el de O’Neal, con menos matices.
Aunque el protagonista claramente es Stanfield, en la publicidad y en los créditos aparece primero el nombre del actor británico. Quizá por eso la Academia nominó a ambos actores en la categoría de mejor actor de reparto. Una cosa rarísima.
Curiosa elección la del actor que interpreta a J. Edgar Hoover, el polémico director del FBI, quien no es otro que Martin Sheen, histrión de ideas (moderadamente) liberales que ha sido arrestado en varias ocasiones por participar en actos de desobediencia civil. Hoover, al igual que Hampton, tenía todo muy claro: había un estado de guerra entre el gobierno gringo y las Panteras Negras. Matar o sobrevivir, en sus propias palabras. Se agradece que visibilicen este periodo de la historia estadounidense, pocas veces retratado en el cine comercial.
“Soy libre”, dice Hampton en uno de los discursos retratados en la película. “Eres libre”, le dice el agente del FBI interpretado por Jesse Plemons a O’Neal cuando se consuma el asesinato de Fred. El primero veía la libertad como un acto de afirmación propia, algo que se gana. Bill, por otro lado, esperando su libertad fue esclavo de sus circunstancias y, viendo su lenguaje corporal en el fragmento de una entrevista que nos muestran al final de la cinta, de una carga que llevó hasta el final de sus días.