STAFF/Miguel Ángel Santos-@SanMiguelSantos
Luego de que durante las manifestaciones del 8 de marzo mujeres rompieran los cristales de varios edificios en el centro de Morelia, el Asilo del Divino Redentor pide ayuda para reparar los vidrios de su dormitorio, pues las abuelitas han quedado expuestas y sienten miedo, porque durante la noche chavos ya han intentado forzar sus cerrojos para entrar al inmueble.
De acuerdo a las encargadas del asilo, la marcha de mujeres pasó justo en el momento en que las abuelitas se encontraban dormidas y al escuchar a los contingentes de la manifestación prefirieron despertarlas para ponerlas en otro cuarto, para evitar que salieran lastimadas con la ruptura de los cristales.
“Aquí es su dormitorio en donde descansan, y justamente a la hora que pasó la marcha estaban ahí en su siesta, y les dijimos pues ya viene la marcha y se oye… pues se oía bastante alarmante, como un ruido estruendoso, dijimos ‘ahora sí van a acabar con todo’. Gracias a Dios que alcanzamos a sacarlas y las llevamos a la sala de descanso, de lo contrario los vidrios habrían caído en su cuerpo, ¡en su cara!”, señaló una Irma García Gallegos, colaboradora de la directora del asilo.
Señalaron que la mayor de las 17 abuelitas que viven actualmente en este asilo, la que tiene más tiempo internada, se espantó debido al ruido que producían las manifestantes al romper los vidrios, y señalan que fue bueno que pudieran darse cuenta de la manifestación, porque hubiera sido la más afectada por la ruptura de los cristales.
“La señora que es la más antigua de la casa salió asustada ‘pues creo que ya es el juicio final’ y pues justamente en su cama fue donde cayeron más cristales y que bueno que la retiramos porque habría salido lastimada”, indicó.
Aunado a esto, durante la noche las abuelitas fueron asustadas, pues dicen que unos chavos intentaron forzar la entrada al asilo, sin embargo, ellas alcanzaron a escuchar el ruido y encendieron la luz para que supieran que había alguien dentro, con la esperanza de que se fueran los chavos.
“Ayer me estaban diciendo ‘Yo tengo mucho miedo a quedarme porque todo está abierto’ y ahora que amaneció me dice que les forzaron la ventana de afuera”, señaló la directora del asilo Anastasia Antonio del Ángel.
Lo que confirmaron las abuelitas al decir que sí tenían miedo, pues los cristales son de su dormitorio y no tienen a alguien que las defienda, además de que ya todas son mujeres de edad avanzada.
“Una se asusta mucho y luego todavía anoche nos querían abrir la ventana, estuvieron golpeando la ventana unos chamacos, esos sí fueron chamacos, hasta que les dijimos que se estuvieran en paz, fue que se fueron y les toque más fuerte para que escucharan, porque empezaban a querer arrancar los vidrios que dejaron. Ahí es el dormitorio, es una zona donde estamos puras ancianas, no tenemos un hombre que nos defienda, somos puras mujeres”, señalaron las abuelitas del asilo.
Por ello, piden ayuda a la sociedad para quienes puedan apoyar a la reparación de los cristales y de sus puertas para que las abuelitas se sientan más tranquilas, pues como el asilo es de beneficencia se requiere mucho el apoyo para las reparaciones, así como el mantenimiento diario.
“A solidarizarse con este proyecto, ya que esta institución al ser de beneficencia requiere de muchas ayudas, tanto las personas como el edificio. Ojalá que pudiera repararse de las ventanas que dan a la avenida, porque ya quedaron más lastimadas con estos golpes. Ojalá que haya frutos favorables”, indicó Irma García, la asistente de la directora.
El asilo del Divino Redentor se encuentra en la avenida Madero #203, en la colonia Centro, frente al Templo de la Cruz, a donde se puede hacer llegar la ayuda.
