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Hechos y Deshechos…Morena No Es Un Botín Político Como Lo Fue PRD

Hay perfiles que desde hace décadas han caminado de la mano del presidente; tienen una visión del sentido irrestricto de la lucha de la izquierda porque lo vivieron en carne propia.

By: Javier Lozano

A muchos les cuesta trabajo deshacer el viejo legado partidista, incluso, la forma radical con que pretenden empujar una aspiración fugas pero al final sin fundamento ni eco; así, varios actores recurren apostarle a la división y formación de grupos surgido por la idea superflua del poco poder de convocatoria que han sumado en este proceso interno para escoger al perfil idóneo a la candidatura de Morena en Michoacán.

Los usos y costumbres de fabricar y manipular los procesos han quedado atrás. Ahora, la responsabilidad ha recaído en la población; se acabó el dedazo. Aunque reclamen piso parejo, que lo hubo, ya no pueden ingerir el resultado como en un momento lo hicieron con el PRD en donde sin discreción ni pudor mangonear a sus cuadros fue la praxis diaria.

Lo peor de todo es que muchos se quedarán con las ganas. No hay nada que pueda confabular.

En Morena, Cristóbal Arias Solís recibirá su nombramiento oficial como candidato de Michoacán por el partido guinda;  es obvio, se prevé que eso pase de un momento a otro— porque se demostró que durante una fase larga fue el favorito de militantes y simpatizantes. Claro que tal fundamento, se sustenta en más de 40 encuestas nacionales que lo colocan en la cima, incluso, con abrumadora ventaja.

El camino es la unidad.

Sino, echemos una mirada al pasado…..

La descomposición que acechó las filas del perredismo en todas sus estructuras nacionales y locales en todo el país, fue provocada por la ambición desenfrenada de sus referentes que supieron sacar provecho de las prerrogativas; asimismo, impusieron candidaturas y pactos entre los grupos que se peleaban el control del Sol Azteca en su seno partidista.

Esa crisis provocó fracturas y tensiones cuando un grupo de actores políticos tomó el mando de las tribus que se jalonearon y denotaban entre ellos mismos a fin de manifestar sus intereses. Eso indudablemente aceleró su decadencia. Nunca demostraron civilidad y congruencia en su última fase competitiva como oposición; llegaron desgastados y la fuga de simpatizantes emigró para buscar refugio en una nueva alternativa democrática que fuese capaz de construir planteamientos a través de la pluralidad y el estricto sentido progresista.

A partir de que se llegó la etapa de éxodo de Morena, las acciones caminaron bien una vez que se impuso el presidente Obrador en una de la votación más amplia que vivió nuestro territorio en aquel histórico 2018. Sin embargo, las confrontaciones a través de acuerdos y consensos en la renovación de la dirigencia Nacional trastocaron algunos altibajos entre aquellos aspirantes que al principio no reconocían el arrastre de Mario Delgado como futuro dirigente.

No obstante, Mario mostró que, en todo momento, las proyecciones se cargaron a su favor. Ganó, y comenzó a tomar dirección con miras al proceso electoral en la que Morena es ampliamente favorito en 14 de 15 entidades; incluso, hace poco demostró un estudio del Financiero que, su capacidad, va en ascenso una vez que se mezcló una serie de factores, entre ellos la popularidad y el buen desempeño del presidente Obrador, y la animadversión que millones de mexicanos sigues demostrando por la oposición de la derecha.

Quizá esta última sea un factor clave que abrió más la brecha para que Morena amplíe su hegemonía.

Esa enorme columna vertebral, sin embargo, no debe estar expuesta a factores externos dado que, el mismo presidente, ha mencionado en varias ocasiones que Morena es un mecanismo del pueblo; ese instrumento consiguió instalarse en el gobierno gracias a la participación de 30 millones de mexicanos que salimos a votar por un cambio. Eso dio un mayor impulso.

Entonces, dado que las condiciones rompieron cualquier prejuicio para la oposición, Morena ganará, incluso, con el sistema de partidos de derecha sumados. Por esa razón, hubo una gran convocatoria en el proceso de registro de aspirantes a la máxima tribuna de las entidades que es la gubernatura. Honestamente, se demostró que, muchos suspirantes, fueron a tirar el anzuelo para morder u pretender someter sus intereses en medio del chantaje y el capricho.

Saben perfectamente que, capital político, es de lo que más carecen. Todos ganaron por el efecto de López Obrador; algunos sí lo reconocen y otros no. Eso ha provocado vanidad y narcisismo en uno que otro suspirante que no ha comprendido el objetivo del proyecto de la 4T.

Sin embargo, también, hay perfiles que desde hace décadas han caminado de la mano del presidente; tienen una visión del sentido irrestricto de la lucha de la izquierda porque lo vivieron en carne propia.

Otros en cambio, buscan tensar y polarizar el ejercicio, incluso, nublarse con narrativas de desprestigio. Lo mismo, una efervescencia negativa en medio de la denostación y la intentona innecesaria de arrastrar el viejo legado perredista. Ese clima ya surgió en muchos estados donde, de entrada, buscan fracturar y deslegitimar el proceso de selección a través de una encuesta.

Incluso, antes de resolverse, meten ruido anticipando al resultado que muchos conocemos— porque es inocultable no mencionarlos. Pasó en Campeche, Baja California, Tlaxcala y Sonora; todos esos perfiles era un hecho inexorable que arribaran. Quedó claro que, en Morena, el proceso democrático es un mecanismo infalible que cuenta con el respaldo de la inmensa población que inclinó la balanza a su favor. Entonces, se prevé que ese escenario se siga repitiendo.

Justamente ese es el punto sustancial: respetar y dar el apoyo al dirigente Nacional, Mario Delgado. Su dirección ha mostrado confianza y certidumbre. Por encima de todo primero está el proyecto, no el interés personal; asimismo, hay que recordar que, todos los aspirantes que se registraron, firmaron un acuerdo de respeto y civilidad

En Morena no puede haber cabida para el clientelismo. Esta expresión no es del PRD; aunque muchos hayan emigrado, no deben comenzar a esbozar el aprendizaje obtenido que llevó al borde del precipicio al Sol Azteca. Debe aflorar la unidad, porque el reto es mayúsculo. Se enfrentará Regeneración Nacional a una organización de derecha aglutinada; ¿entonces por qué empezar a crear un clima tenso? A pesar de ser grupos minoritarios, no dejan de ser preocupante debido a que se puede manchar el proceso.

Morena no es el PRD, que quede claro.

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