STAFF/ Margarita Arreola @marguiarreola
Muertos están los panteones de la capital michoacana este primero de noviembre, pues debido a la pandemia del COVID-19 se tomó la decisión de cerrar las puertas para evitar aglomeraciones de gente y contagios del virus.
Por primera vez en la historia reciente las decenas de puestos con flores, calaveritas de azúcar, velas y demás artículos para decorar las tumbas en los panteones este año no están, no hay ruido, ni música, todo está quieto y en silencio.
Tanto el Panteón Municipal como Gayosso solo tiene permitido el acceso para entierros y mantienen la puerta cerrada a los visitantes .
Al asomarnos por las rendijas de las puertas observamos que algunas tumbas si fueron adornadas previamente por sus familias, otras más las decoró el Ayuntamiento y unas más están en completo abandono.
Es así pues en calma y tranquilidad como se vive un día de muerto atípico de este año 2020, denominado el año del COVID-19.