STAFF/ Margarita Arreola @marguiarreola
El violinista Serafín Ibarra Cortés, discípulo de Juan Reynoso conocido como el Paganini de la Tierra Caliente, fue galardonado con el premio estatal a las artes Eréndira, por su trayectoria en ejecución, promoción y resguardo de la música tradicional de las balconearías de la cuenca del Balsas.
El virtuoso del violín nació en San Diego Curucupatzeo, municipio de Madero en 1959 donde aprendió a tocar diferentes instrumentos ya que su familia se dedicaba a la música y con ayuda de su tío compuso su primera canción a los 14 años, siendo el inicio de más de 800 piezas de su autoría entre los que sobresalen, sones, jarabes, gustos y polkas, entre muchos más.
«Cuando estoy tocando las melodías que a mi me agradan mi corazón rebosa de alegría y eso les transmito a la gente (…) la música de Tierra Caliente la quiero y preservo con el corazón, tantos géneros que se tocan en esta región lo que no pasa en ninguna otra parte de la república, en la cuenca del río Balsas se tocan más de 16 géneros, una riqueza enorme, un repertorio tan extenso de estructuras virtuosas, finas y elegantes que me hacen sentir orgulloso de ser de esta región y preservar esta riqueza «, apuntó en su discurso el maestro Serafín.
El actual director de los Carácuaros, ensamble de música tradicional de la Tierra Caliente, con 90 años de trayectoria, ha hecho sonar su violín alrededor del mundo desde Canadá, New York, España, Francia, Rusia y Japón entre muchos.
Discípulo de Juan Reynoso, ejecuta desde un son hasta un vals al mero estilo calentano, razón que le ha llevado a merecer el título de maestro violinista como uno de los referentes de la música de la Tierra Caliente, socorrido por varios músicos que desean adentrarse en estos géneros.
Su última presentación a nivel internacional la hizo en el Museo Branly en París en 2018 donde el recinto estuvo a reventar para escuchar a los virtuosos del violín de la Tierra Caliente.
