STAFF / Eliza Flores @eliz_ff
Mariano, maestro panadero y a Juan un ingeniero en sistemas, juntos hacen pan en “Casa Tamárhu”, una clínica de rehabilitación para personas que sufren de alcoholismo y drogadicción, el pan es destinado para una casa hogar de la ciudad de Morelia.
Mariano le enseña a Juan a hacer conchas, cuernitos, pan fino, entre otras piezas de pan. Juan sin entender por completo sigue las indicaciones de su maestro, intenta seguirlo en el ritmo laboral; ambos están internados por problemas de adición a las drogas.
Mariano quedó viudo hace casi un año, lo que le provocó caer en una depresión que lo llevó al uso de sustancias tóxicas, Juan estaba perdido en el cristal, sus brazos tienen más de cien cicatrices, sin embargo al día de hoy es capaz de hacer más de 1600 panes en un turno de trabajo.
Mientras ellos hacen pan, otros 20 internos juegan fútbol en una chancha al aire libre y otros más permanecen en la sala en un torneo de dominó, ajedrez o en el ciclo de cine. Casa Tamárhu es un centro de rehabilitación dónde se trabaja desde el amor, el agradecimiento y el trabajo.
Mariano me cuenta que nunca se había sentido tan bien en un centro para desintoxicarse de las drogas, encontró una forma nueva para relacionarse consigo mismo y los demás, su sueño es tener una panadería.
Juan por su parte es un profesionista que trabaja programando cajeros automáticos para la CFE, espera que al salir pueda montar una empresa y trabajar directamente con gobierno del estado; ambos hacen un equipo increíble.
Las adicciones no distinguen edad, raza, clase social o religión, pero todo parece indicar que la falta de amor de la familia, es una constante en las personas que se pierden en las drogas o en el alcohol.
Casa Tarmárhu le apuesta a la efectiva rehabilitación mediante actividades que aseguren la reinserción social de los usuarios; con un tratamiento integral, los especialistas en rehabilitación han integrado un programa para tratar cuerpo, mente, espíritu, sumándole actividades productivas para todos los integrantes de la comunidad, aseguran un éxito del 90% en su tratamiento.