STAFF/ Colab. Esp. Eliza Flores
Mientras la ciudadanía en general espera a que se abran las calles de Galeana y Santos Degollado tras un crimen, una abuelita pide permiso para pasar.
En un principio le piden aguarde durante 5 “minutitos”, pero ella comienza a insistir que vive muy cerca y ya la han desviado más de dos veces.
“Mira vivo en esa casa” le dice al militar de la Guardia Nacional, pero se niega a dejarla pasar.
Un agente de la Fiscalía General del Estado se acerca y le dice que podrá pasar pero por la “orillita”.
Los militares se alinearon para que la abuelita pudiera pasar a casa sin ningún problema.