STAFF / Elly Castillo -@ellycastillo
Su esposa lo abandonó hace unos cuatro años, su hija se niega a visitarle, su madre, gran soporte anímico, falleció el año pasado, y aún así, Miguel Ángel García Ortíz se levanta todos los días con una ilusión, la misma que le ha sostenido toda su vida: Mantenerse autodependiente.
Y es que a sus 44 años de edad, Miguel Angel se siente fuerte, capaz, y su energía es notable para clavar y dar forma a los huacales de madera hasta convertirlos en pesebres, palomeras, casas para perros o cajitas de madera, los cuales elabora en la cochera de la vivienda de la familia ubicada en la calle Lanceros de la Libertad 62 en la colonia El Realito, con precios desde 100 pesos, e incluso trabaja bajo pedido.
Gracias al reporte de un seguidor changoonguero este medio conoció de su trabajo, le explicamos a Eliza, una de sus 7 hermanos (seis mujeres y dos hombres) quienes en 1986 siendo entre niños y adolescentes se vinieron a radicar a morelia procedentes de la capital del país. Miguel Ángel tenia 10 años cuando llegó a Morelia.
“Mi hermano nació sordo y mudo, pero tenía algo de visión la cual ha ido perdiendo conforme ha crecido. Los doctores ya nos dijeron que en algún momento no podrá ver nada en lo absoluto” explica Eliza quien agrega que la familia debió inventar su propio lenguaje para poder comunicarse con Miguel Ángel, quien también domina el lenguaje de señas.
“Para nosotros no son discapacitados ni inválidos ni nada de eso ..al contrario, ellos nos han demostrado que sus otras capacidades que han desarrollado son superiores incluso a las de nosotros. Ellos siempre han buscado ser autosuficientes, no depender de nadie, nosotros les ayudamos en algunas cosas, como preparar la comida pero nada más”, comparte Eliza quien detalla que Miguel Ángel aprendió los principios de carpintería con un maestro del oficio que de joven le enseño algunas cosas, y que después él retomó cuando su esposa lo abandonó, a manera de terapia tambiéen, no sólo para su sustento.
“Dice que para él es muy emotivo hacer estos trabajos, le gusta que la gente vea su trabajo, que se lo compré, (la Navidad) es una fecha muy importante para él, para que se junte la familia, vengan con calma, él tiene poquito económicamente pero sigue trabajando muy duro para tener algo de ganancias, pues al final de cuentas es su trabajo, se siente muy feliz de hacer pésebres pues para él Dios es muy importante, él es muy creyente”, nos traduce Eliza los pensamientos de Miguel Ángel que aunque no puede escucharnos, se muestra en todo momento sonriente, activo, incluso hasta inquieto.