Despojo de censuras…Exceso de empatía: Un problema de personalidad
Dejemos claro que NO es lo mismo ser sensible o empático que presentar híper empatía ante alguna situación con alguna persona, la primera ayudará a ser solidarios emocionalmente con el otro y entender la dificultad de su padecer con el fin de dar el apoyo necesario desde el propio alcance a la otra persona, sin dejar de ser nosotros mismos, lo segundo implica ser vulnerables a personas que pueden ser manipuladoras, dado que implica poner en riesgo el propio equilibrio emocional.
By: Psicóloga Liz Gómez
¿Has visto alguna vez a una persona que logra ponerse en el lugar del otro de tal manera que en realidad se siente muy mal por lo que el otro está pasando e intenta solucionarlo para que la otra persona no sufra? Es ahí donde se habla de una situación fuera de la normalidad, dado que es bien visto e incluso sano, ser consciente de lo que está viviendo y sintiendo la otra persona, pero jamás será adecuado tomar los conflictos del otro como propios o intentar resolverlos, cuando se hace referencia a esto último, se considera dentro de este rubro a personas que no saben poner límites emocionales y hacen de su vida un caminar de angustia y culpa por no poder solucionar lo que las demás personas padecen, a eso se le llama exceso de empatía, y nada que sea exceso es adecuado para una vida digna.
Las conductas y actitudes que generen dificultad para relacionarse, que crean dolor, sufrimiento e incapacidad para llevar un estilo de vida pleno, sin duda necesitan atención terapéutica, a su vez las personas que tienen exceso de empatía no son la excepción, ya que presentar esta imposibilidad para funcionar en sociedad, en su vida personal y por supuesto en la vida laboral, causa de conflictos ajenos requiere de atención especializada.
Dejemos claro que NO es lo mismo ser sensible o empático que presentar híper empatía ante alguna situación con alguna persona, la primera ayudará a ser solidarios emocionalmente con el otro y entender la dificultad de su padecer con el fin de dar el apoyo necesario desde el propio alcance a la otra persona, sin dejar de ser nosotros mismos, lo segundo implica ser vulnerables a personas que pueden ser manipuladoras, dado que implica poner en riesgo el propio equilibrio emocional. Cuando tienen exceso de empatía actúan como espejo y a la vez como esponja de los problemas del otro, se los toman personales y con la necesidad imparable de también solucionarlos y adentrarse a un conflicto que no era propio, de ahí que muchas personas pueden aprovecharse de esta condición emocional para hacer responsables a los demás de las soluciones a sus conflictos o incluso instaurarles culpas que evidentemente no les pertenecen.
Ejemplos de personas que presentan esta característica son: siempre tienen la necesidad de donar cosas o dinero a personas que lo necesitan aun cuando ellas mismas también lo requieren, ir a solucionar un problema que otra persona presenta incluso cuando la otra persona no lo haya pedido, cuando te han contado un problema y eso te ha quitado el apetito, el sueño o las ganas de hacer tus rutinas diarias, cuando te cuentan un problema o situación y te sientes culpable por no poder haberlo prevenido o solucionado con anticipación sin tu saber de su existencia previamente, padres que evitan que los hijos resuelvan sus conflictos por temor a que no sepan cómo solucionarlos o temor a que salgan “lastimados”, etcétera.
Qué hacer si te has dado cuenta que presentas exceso de empatía o alguien cercano a ti. es importante empezar a desarrollar límites, es decir, saber cuándo decir que NO puede ayudar o incluso saber hasta dónde puedes y debes colaborar en un conflicto, hay que tener un mayor autocontrol sobre tus pensamientos los cuales pueden estar distorsionados sobre la realidad de lo que está sucediendo, identificar las propias necesidades emocionales dado que a veces ven en el otro las necesidades que uno tiene y que no es capaz de aceptar, deja madurar y crecer a los demás pues solo así podrán desarrollar sus propias habilidades de afrontamiento ante un problema, conviértete solo en un acompañante y apoya cuando sea necesario sin interferir en el desarrollo emocional de las demás personas, finalmente échale un vistazo a tu identidad y autoestima verifica qué tan estables están y qué tanto eso favorece a que te identifiques con los problemas de los demás.
Tener el síndrome del superhéroe/híper empatía con todo el que se te atraviese no es sano para ninguna de las personas, pues todos necesitan de autonomía y autosuficiencia para encontrar las propias habilidades y recursos emocionales para resolver los conflictos, solo así nos podemos dar cuenta del nivel de madurez y aprendizaje que se ha alcanzado a lo largo de las experiencias vividas. Dar la oportunidad de crecer al otro solo se otorga cuando se da la libertad de equivocarse.
Nos vemos pronto con más palabras democráticas para el placer y la conciencia.
Liz Gómez, psicóloga, psicoanalista
fiel creyente de que en la oscuridad
es donde encontrarás más luz y conciencia.
psic.lizgomez@yahoo.com.mx