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Rebelde a los 15… ¿Por qué no haces cosas importantes?

By: Itzia Ramos

ITZIA

Los tiempos han cambiado. Vivimos en un mundo donde ya no es necesario preocuparnos por encontrar información sobre lo que nos rodea, pues hemos llegado un punto donde es demasiada para consumirla toda. Por lo tanto, basta con racionar nuestra atención para escoger cuidadosamente qué es lo que consumimos y hacemos con nuestro tiempo, sin hacerle caso a lo que no tiene un valor práctico.

(Esto es todo por hoy, nos vemos la siguiente semana..)

Fuera de broma, lo que acabo de redactar es muy útil… en el ideal en que fuéramos seres perfectos que definitivamente nunca pasarían una hora de su tiempo leyendo chismes de celebridades o vídeos de perritos bailando en vez de hacer «cosas importantes».

El mismo problema aparece y se nos es recriminado una y otra vez: le damos nuestra atención a cosas que no se lo merecen, como elegir leer ese artículo de la separación de EPN y la Gaviota en vez del incendio de Dacca del jueves. Al decirlo tiene demasiado sentido y hasta pueden nacernos unas ganas de cambiar nuestro comportamiento: les apuesto lo que quieran a que en unas horas, volveremos a estar viendo memes.

La pregunta no debe ser «¿Cómo dejar de malgastar mi tiempo?» sino «¿Fuera de esto, qué es para mí importante?».

La verdadera razón por la que deberíamos ver noticias, aprender, hacer todo lo que nos recriminan «ya no hacemos» está lejos de adquirir una falsa superioridad moral sobre quienes no les prestan atención (que, aceptémoslo, tiene peso en la decisión); en teoría, lo hacemos para informarnos del mundo que nos rodea y tener la suficiente información para defendernos en este.

Y si sólo nos enfocáramos en lo que por consenso general tiene más jerarquía que lo demás, estaremos más desconectadxs de nuestro mundo que si no lo hiciéramos. Somos personas, necesitamos conexiones y cosas que nos hagan felices. Por esto debemos inquirir nuestras prioridades, porque por más tontas o inútiles que parezcan, nos ayuda a encontrar el balance entre lo que «debemos» y queremos hacer.

Por ejemplo, le doy un tiempo al día para leer o escuchar un panorama general de lo que está pasando en el mundo, pero también te puedo narrar las tres horas de un musical que habla sobre la fundación de EUA o tocar el tema de Mii Plaza en el ukelele. Los últimos dos no tienen un valor práctico, son pura diversión, pero me permiten conectar con personas con gustos afines a los míos y distraerme un rato.

Esto también aplica para estudiar, trabajar, etc etc etc.

Así que sigue viendo memes, échate el nuevo chisme de alguna celebridad o ten un maratón de tu serie favorita en Netflix, no te sientas culpable. Si esto es importante para ti, dale tu atención: tan sólo no te olvides de darle un tiempo a la otra cara de la moneda.

Con esto, les dejo hoy. ¡Buen fin de semana!

Itzia Ramos, estudiante de preparatoria. Ferviente defensora de la libertad y de los tacos al pastor con piña. Escribe poesía en sus tiempos libres.

 

 

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