STAFF/Paola Mendoza – @paolamendozardgz
Las calles de Morelia ya anunciaban la llegada de los Santos Difuntos, el Panteón Municipal y el Panteón «Gayoso» son cede de una de las celebraciones más grandes.
Desde cuadras antes la circulación se alenta, para descubrir los tradicionales puestos de venta de comida, flores, arreglos y hasta ropa. Los morelianos son buenos para hacer negocio.
Los ramitos de flores subieron de precio, pero existen cientos de arreglos diferentes para todos los gustos y de todos los precios.
En el panteón municipal, la fiesta se extiende por todos lados, decenas de conjuntos musicales y bocinas con música le dan el ritmo a la celebración.
Las familias comen, ríen y gozan de la fiesta de los Santos Difuntos. Algunos trajeron sus mesas y hasta sus toldos. Todos quieren celebrar con sus familias de la mejor manera posible.
Los conjuntos musicales adornas diversas tumbas, «Amor Eterno» se escucha cada tres calles y unos que otros sueltan la lágrima.
Los niños pequeños corren y juegan por las tumbas, a muchos parece molestarles, pero para otros, es señal de que aún en la muerte se respira vida.
«Sí, los niños juegan y hacen mucho ruido, pero está bien, no tenemos porque estar todos tristes, estamos celebrando que estuvieron con nosotros, (…) finalmente para allá vamos todo», asegura Filomena Pérez, abuela de 5 pequeños.